Desestiman la demanda de Ruber contra un ponferradino al que dejó mal operado
La clínica reclamaba 120.000 euros al hombre, que acabó en el Hospital del Bierzo
Entrada a la madrileña clínica Ruber donde fue operado de próstata el ponferradino al que le reclaman 120.000 euros.
El magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de Ponferrada ha desestimado la demanda que la Clínica Ruber internacional presentó contra un vecino de la capital berciana para reclamarle 120.000 euros por el tratamiento que se le administró tras una operación de próstata. El paciente L.S.L, de 65 años, ingresó en abril del 2009 en la prestigiosa clínica madrileña para someterse a la citada intervención. Pero acabó en el Hospital del Bierzo con una grave complicación vesicular que le pudo costar la vida.
En el juicio celebrado el pasado 22 de febrero, los responsables de la clínica, como adelantó este periódico, exigieron al hombre el pago de los 120.000 euros por las supuestas facturas pendientes de tratamientos posteriores a la intervención de próstata. El titular del número 5 desestima sin embargo dicha demanda económica en una sentencia en la que considera que el centro médico no cumplió el contrato y el paciente acabó con el intestino perforado por causas atribuibles a la actuación de los profesionales de la Ruber.
Recurrible
Así lo explicó ayer a este rotativo el abogado defensor de L.S.L, que confirmó que el fallo que da la razón a su cliente es todavía recurrible ante la Audiencia Provincial de León en los próximos veinte días. El demandado pasó casi dos meses internado en la Ruber por una operación que se presumía sencilla. Abandonó la clínica el 17 de junio del 2009 después de múltiples complicaciones orgánicas. Pero día 20 de ese mismo mes ingresó de urgencias en el Hospital del Bierzo, donde los especialistas consiguieron atajar en el quirófano una grave dolencia vesicular e intestinal.
El letrado encargado del caso tampoco fue capaz de adelantar por ahora si su cliente estudiará ahora incluso actuar contra la Clínica Ruber por los supuestos daños que sufrió tras adelantar 35.000 euros por una operación de próstata que no exigiría en condiciones normales más de una semana de internamiento. La realidad, sin embargo, es que L.S.L. acabó 77 días ingresado antes de acudir al sistema público de salud.
En la sentencia del titular número 5 tampoco se estima el argumento de los abogados de la clínica en el sentido de que los profesionales que intervinieron al sexagenario no estaban directamente vinculados con la empresa.