un mercado apetitoso
La importación coreana de porcino entra sin aranceles
El mercado coreano representa una oportunidad excepcional para la carne de cerdo. En las condiciones que regulan la importación de este tipo de productos pueden haberse fijado mucho los promotores de la nueva industria de Bembibre. Según datos del Icex, en el primer semestre del año pasado, el país asiático importó un 120% más de toneladas de este género alimentario que en el 2010. La razón de este comportamiento tiene que ver con la epidemia de fiebre aftosa que azotó Corea del Sur y que obligó a sacrificar más de tres millones de cabezas de su cabaña porcino.
Para evitar el desabastecimiento, especialmente de panceta que es el producto de los marranos que más consumen los coreanos, el Gobierno estableció unas condiciones arancelarias sumamente dulces. La importación de carne de cerdo se realiza sin aplicar el gravamen habitual del 25%. A este incentivo hay que añadir el hecho de que el Tratado de Libre Cambio con la Unión Europea contempla la eliminación completa del mencionado arancel nada menos que durante un periodo de diez años.
Aunque los coreanos realizaban la mayoría de sus importaciones de carne de cerdo de Estados Unidos, los consumidores han comenzado a decantarse por las remesas procedentes de Europa al resultar mucho más barata. Esto es algo que ha repercutido en que la gran distribución coreana se decante por aumentar el negocio con países como Bélgica o Francia.