La CIUDEN acusa a las constructoras del museo de proponer modificaciones inasumibles
Para José Ángel Azuara, director general de la CIUDEN, las propuestas de las constructoras «no son pequeñas modificaciones, es tener otro museo diferente»
La Fundación Ciudad de la Energía han acusado a la UTE Dragados-FCC de proponer modificaciones inasumibles en el proyecto de la sede central del Museo Nacional de la Energía, en Ponferrada, para ajustarlo a los 33,4 millones por los que se le adjudicó la obra, que salió a licitación por 37,8.
El director general de la CIUDEN, José Ángel Azuara, ha recordado hoy en rueda de prensa que la Fundación adjudicó las obras a esta Unión Temporal de Empresas en febrero de 2011 porque su oferta rebajaba en cinco millones de euros el precio de licitación marcado por la Fundación. Sin embargo, la constructora paralizó las obras hace una semana, dejando en el lugar a cinco de los 130 operarios con los trabajó inicialmente, después de que la Fundación se negase a asumir modificaciones en el proyecto que elevaban su coste por encima del precio pactado.
La empresa ha argumentado que el proyecto, tal y como fue aprobado por la Fundación, presenta graves defectos estructurales y no cumple con la normativa vigente en materia de incendios, unos argumentos que para Azuara son el pretexto con el que la UTE pretende «recuperar el déficit generado.
«Hemos intentado negociar con las empresas constructoras y lo que nos ofrecen es un nuevo proyecto que no cumple con las exigencias pactadas, estamos ante una propuesta que trata de salvar los beneficios por debajo de la calidad del proyecto inicial», ha declarado al respecto el director general.
De hecho, la propuesta de Dragados-FCC implica la eliminación de aspectos como la cubierta verde del edificio anexo a la sede, pensada para hacer actividades al aire libre, la cafetería panorámica o el albergue destinado a investigadores, según ha explicado la arquitecta de la CIUDEN, Elena García.
«Esto no son pequeñas modificaciones, es tener otro museo diferente», ha argumentado.
Así, la Fundación Ciudad de la Energía continuará negociando con la UTE a fin de alcanzar un acuerdo que evite aplicar sanciones o resolver al contrato, ya que esta última opción demoraría la ejecución de las obras en torno a un año, cuando ya acumulan un retraso de diez meses. José Ángel Azuara ha defendido que la relación con las empresas no está «ni cerrada, ni rota» y ha abogado por el consenso, aunque ha advertido: «Estamos para defender el proyecto que en su día hemos licitado».