Sin rastro de la madre de Jimena
El plazo para intentar localizar a la hembra expiró ayer y desde la Fundación Oso Pardo descartan ya su aparición. Ahora hay que pensar en el futuro de la cría.
La historia de Jimena, la osezna de tan sólo cuatro meses que fue hallada por un vecino de Villablino el 26 de abril en las inmediaciones de la carretera C-631, a la altura de Palacios del Sil, ha cruzado fronteras y conmovido a muchas personas, pero el final no será de cuento o al menos no tan feliz como el deseable. El reencuentro con su madre ha sido prácticamente descartado, ya que ésta no aparece y el plazo máximo para intentar localizarla expiró ayer. De hecho, los dos vigilantes de la Fundación Oso Pardo que durante días han trabajado —junto a otros cinco de la Junta de Castilla y León— en las labores de búsqueda en el Alto Sil, dedicaron ya la jornada de ayer a otras tareas, según explicó el presidente de la Fundación, Guillermo Palomero.
Palomero adelantó que aunque es la Junta quien debe confirmarlo, la búsqueda se suspenderá de manera inmediata. El fin de semana era la fecha tope. «No ha habido ni la más mínima novedad y seguimos sin tener ni idea de lo que ha podido pasar. Durante las 24 horas del día siempre ha habido dos personas buscando, pero mucho me temo que hay que desechar ya la opción de encontrar a la osa», aseguró el presidente de Oso Pardo. Y es que si hasta ahora no se ha visto a la madre por la zona, cuando podría estar inquieta, moviéndose en busca de su cría, es inviable que ahora vaya a hacerlo.
Mientras tanto, Jimena sigue alojada en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos, ajena al revuelo que se ha montado en los montes que la vieron nacer. Allí, en un espacio especialmente habilitado para ella y con el mínimo contacto con el hombre, permanecerá hasta la llegada del otoño. Después será liberada con un radiomarcaje para controlar que no se acerca a zonas humanizadas. Y es que de hacerlo pasaría el resto de su vida en cautividad. Una opción que es, no obstante, la última, dado que el personal encargado de su cuidado hará todo lo posible por garantizar su reinserción.
Que pasados diez días desde la aparición de la cría sea un período demasiado largo para que la búsqueda dé frutos responde a varios factores. El principal, que la hembra se haya desvinculado del terreno. Los osos se desplazan continuamente. Además, no se puede esperar mucho para definir el camino de Jimena. «La idea es que si hay posibilidades se retorne a la naturaleza, porque es allí donde cumple su papel, más siendo una hembra», explicó Guillermo Palomero.