La D.O. cree que el daño de los conejos se multiplica por diez

El presidente del Consejo Regulador de los Vinos del Bierzo, Alfonso Arias, manifestó ayer su enorme preocupación ante la superpoblación de conejos que atacan los viñedos, especialmente desde el río Cúa hacia Villafranca, la que es la principal zona productora de la comarca —contiene el 70% de los viñedos— y de donde surgen los mejores vinos, según Arias. Una preocupación salida de su boca que, no obstante, es patente en todos los agricultores de la zona, que han manifestado su enfado ante un problema que arrastran desde hace unos cuatro años y que cada vez es más grave. De hecho, este año los daños se han multiplicado por diez y la aparición de roedores es cada vez más temprana, lo que lleva a algunas viñas a morir secas por la falta de hojas y brotes.

«Estamos muy preocupados porque es una situación gravísima. En mi caso concreto, yo el año pasado tenía afectadas en torno a 500 cepas y este año ya son más de 4.000», ejemplificó el presidente de la D.O, que instó a la puesta en marcha inminente de medidas de contraataque de parte de los cotos de caza, titulares de los derechos cinegéticos.

El desaliento de los agricultores es tal que han empezado a plantearse sacar las fincas de los cotos. Una solución que, según el presidente de la D.O, no es la más acertada porque sin cotos «el problema sería muchísimo mayor». Arias está convencido de que caza y agricultura pueden compaginarse, pero para ello hay que empezar a trabajar. Desbroce de parcelas en poulo colindantes con los viñedos y de márgenes de las carreteras, así como descastes con escopeta y hurones son sus soluciones, además de controlar la evolución de la población y sus hábitos después de la temporada de caza. Y es que si el año pasado los conejos atacaban primero a las variedades blancas para pasar después a la mencía, ahora se ceban con todas, indiscriminadamente. «Llegan a una parcelan y no paran hasta que acaban con ella», especificó el presidente del Consejo Regulador.