El límite urbano de velocidad en Ponferrada no bajará pese a los casos de conducción temeraria
El alcalde mantendrá las «zonas 30» y no ve necesarias restricciones.
El Ayuntamiento de Ponferrada no se plantea reducir el límite de velocidad urbana para el tránsito de vehículos, tal como lo ha anunciado León después de registrarse reiterados accidentes mortales de tráfico por atropello. Carlos López Riesco manifestaba ayer que en el caso de la capital berciana no es una medida necesaria, dado que desde el consistorio ya han puesto en marcha desde hace años iniciativas como la de las zonas de velocidad a 30 kilómetros por hora.
«Nuestro camino será mantener la velocidad en los parámetros en los que está, con los 50 kilómetros por hora en general, y luego ir delimitando zonas muy, muy concretas, con aspectos muy concretos como ahora mismo el de la calle Real; y en principio no nos planteamos ninguna otra cosa más», destacó López Riesco. Considera el regidor que los casos más llamativos de conductores que infringen de una manera flagrante las normas de circulación no son motivo para cambiar el actual sistema de circulación, puesto que entiende que funciona adecuadamente dentro de lo que se puede considerar como normal.
No obstante, en función de la problemática que pueda surgir, desde el área municipal de Tráfico actuarían allí donde sea necesario, pero no al modo y manera que se plantea en la actualidad desde el Ayuntamiento de León. Los informes de la Policía Local sobre «las calles más calientes» en donde se han detectado más casos de elevada velocidad no apuntan a la necesidad imperiosa de aplicar medidas más restrictivas de circulación.
El alcalde asegura que a todos preocupan los accidentes y los casos de conducción temeraria que sí se han registrado en algunas calles y avenidas de Ponferrada, pero estima que el ratio en el caso berciano no es elevado. Con todo recuerda y cita las iniciativas municipales que han estado encaminadas a intentar evitar esta problemática de las altas velocidades. Entre ellas alude a la construcción de glorietas y pasos de peatones elevados. Riesco destaca que en los últimos tres años han desarrollado un plan de actuación en los pasos de cebra, que considera que ha sido eficaz para proteger al peatón y evitar atropellos. No olvida el alcalde que como medidas disuasorias se encuentran las sanciones con los controles de velocidad por radar.