Lomana aporta el glamour a una noche llena de estrellas

Con un impresionante vestido negro de Karl Lagerfeld y complementos en dorado, Carmen Lomana fue la primera en pisar ayer, a las 19.25 horas, la alfombra roja de los Micrófonos de Oro. Con ella comenzó el desfile de estrellas hacia el Teatro Bergidum y pese a no ser una de las galardonadas sí fue una de las más aclamadas. Su trabajo en Punto Radio la trajo por primera vez a la gala de entrega de los premios con sello berciano. Estaba encantada. «El Bierzo es maravilloso, su paisaje es mágico, por eso ha dado tantos poetas y escritores magníficos», consideró una leonesa de pro que conoce bien la tierra que ayer pisó. Y es que aunque la capital berciana la recibía por primera vez, no así el resto de la comarca, de la que es una enamorada, al igual que de su gastronomía. Ella misma reconoció que aunque su dieta es estricta y come todo sin grasas, el botillo siempre le ha caído bien en el estómago.

También Mariló Montero —premiada y presentadora de la gala junto a Luis del Olmo— deslumbró al público. Fue la primera en llegar a lomos de una de las viejas glorias de la carretera, un coche de época azul del que desembarcó vestida de pantalón para caer en brazos del anfitrión, que la acompañó en el posado frente a los fotógrafos. Emocionada y agradecida por el reconocimiento de sus propios compañeros de profesión, Mariló Montero recordó que fue el Camino de Santiago el primero que la acercó al Bierzo.

Imanol Arias fue el más hábil metiéndose a los bercianos en el bolsillo agitando una bandera de la ponferradina en vísperas del partido que hoy enfrentará a la Deportiva con el Jaén en la lucha por el ascenso a Segunda División A. Para Imanol el premio que ayer recogió por su trayectoria en el cine es un regalo. «Esto pasa una vez y no vuelve a pasar. Así que hay que aprovecharlo», afirmó. Además de atender cariñosamente al público, el actor se solidarizó con un grupo de mineros y mujeres de mineros que protestaron silenciosamente frente a las puertas del Bergidum. Con ellos, se pintó las manos de negro.

El bailaor Rafael Amargo tampoco faltó a la cita con los Micrófonos de Oro. Se mostró enormemente agradecido por ser uno de los premiados, el más joven de todos los varones galardonados, como él mismo destacó. Entre sus palabras, una apología a la cultura en tiempos de recorte. «Cuando se habla de crisis, la cultura es una de las más perjudicadas, es lo que más sufre, pero no hay que olvidar que es el alma del pueblo», afirmó.

Lara Dibildos acompañada de su madre, Laura Valenzuela; Rosa Villacastín, el Dúo Dinámico, la periodista María Casado, el presentador de Punto Pelota, Josep Pedrerol —que se comprometió a ponerse en el programa la camiseta de la Ponferradina si hoy gana— o Dyango, fueron otros de los más vitoreados.