La Ciuden se volcará con el CO 2 y el Museo y laminará el área de desarrollo territorial
Los proyectos de apoyo económico a turismo o municipios se caen de la agenda de la nueva dirección.
La planta de investigación de captura de CO2 en Cubillos con las chimeneas de la térmica de Endesa, al fondo.
«La Ciudad de la Energía no puede ser una Diputación». Esa máxima que el nuevo director general ya ha dejado caer en el seno de la fundación durante la primera ronda de encuentros tras su nombramiento marcará con toda probabilidad la futura política de trabajo de la Ciuden. Aunque los fondos para la Ciudad de la Energía siguen siendo cuantiosos, sobre todo en el marco de crisis y de ajustes generalizados, no se van a dispersar ni mucho menos a «regalar».
El nuevo director general de la Ciuden, Melchor Ruiz, no seguirá la línea trazada por su predecesor, José Ángel Azuara, al menos en uno de los tres campos básicos en los que la Fundación Ciudad de la Energía ha operado casi desde sus orígenes. Según ha podido conocer este periódico, y así se presiente ya entre algunos miembros del actual equipo de la Ciuden, el área de desarrollo territorial se convertirá a partir de ahora en una pieza absolutamente superflua entre los grandes objetivos de la institución y por consiguiente en los presupuestos de la misma.
Se acabaron las «inyecciones» de dinero en acciones para el fomento del enoturismo en el Bierzo, para potenciar rutas de senderismo como las que se agrupan en el proyecto de la Mirada Circular y en general para intervenciones en el medio rural, impulsadas por los distintos ayuntamientos de la comarca.
Los presupuestos y los esfuerzos de gestión se concentrarán en las otras dos «patas» capitales del proyecto de la Fundación Ciudad de la Energía. De una manera excepcional en el programa de captura y almacenamiento del CO2, dirigido a la combustión limpia del carbón. Y de otra parte, en el Museo Nacional de la Energía que tiene su sede en Ponferrada.
En el primer caso, los resultados obtenidos en la planta de Cubillos del Sil satisfacen especialmente a la nueva dirección. Aunque no se oculta tampoco que se promoverá un giro para que la interconexión entre la investigación, la docencia y la empresa posea un carácter mucho más autóctono o endógeno.
Vivero de empresas
Lo que se perseguirá desde la actual cúpula de la Ciuden es que los expertos que trabajen en el programa investigador se concentren mucho más en el mismo que en ocupaciones universitarias. Y en este punto, para que los lazos de colaboración no vayan tan allá como con hasta ahora con las universidades de Barcelona, Sevilla o Madrid, sino con los campus más cercanos.
Es lo mismo que se procurará en cuanto a la relación de la Ciuden con el mundo de la empresa. Aunque se sostengan las líneas de cooperación con grandes compañías del sector energético por ejemplo, el propósito es que en torno a la planta experimental de captura de CO2 se de pie a un embrión o vivero empresarial científico-tecnológico, algo que hasta ahora no se ha conseguido. Ni tampoco, en opinión de los nuevos responsables de la Ciuden, se ha auspiciado de la forma debida.
Museo prioritario
Respecto al Museo Nacional de la Energía, en el que también se concentrarán esfuerzos, la perspectiva es otra por la marcha de las iniciativas dentro de este departamento. Con la sección del carbón en funcionamiento en la vieja térmica de la MSP, la gran prioridad ahora es dar carpetazo a la discrepancia técnica y económica con la constructora, que mantiene parada la obra de la sede central de la Ciuden como del museo en la antigua central de Compostilla I en Ponferrada. Aunque según ha podido conocer este periódico, las conversaciones para el desbloqueo de un contrato que supera los 33 millones de euros avazan por la mejor senda.