Vitro afronta otra encrucijada laboral
El primer directivo de la multinacional cristalera, que emplea a 400 personas en el Bierzo, aborda hoy un nuevo ajuste con los comités de sus plantas en España .
Oficinas que Vitro Cristalglass tiene en Camponaraya, lugar de la reunión de hoy.
La dirección de la multinacional cristalera mexicana Vitro Cristalglass y los sindicatos se plantan hoy ante una nueva encrucijada laboral con la propuesta de nuevos ajustes de plantilla. Los primeros planean convertir en despidos parte de los expedientes de empleo temporal que ahora mismo afectan al 90% de los 400 trabajadores. Los segundos, los sindicatos, se oponen y esperan ofrecer o incluso recibir alguna otra medida alternativa que evite convertir el ERE temporal de este año en extintivo para una parte de los empleados.
Para delimitar estos términos, plantear la situación y buscar una salida se traslada hoy lunes a la factoría de Camponaraya uno de los primeros directivos de Citro Cristalglass en España, Jaime Rico. Considerado como participante directo en las decisiones generales de la multinacional mexicana, ha convocado en las instalaciones del Bierzo a los representantes de los comités de empresa de todos los centros de Vitro en españa. la reunión está fijada para las diez de la mañana y ahí los sindicatos conocerán los nuevos planes de la empresa.
De entrada, las últimas noticias que tenían los sindicatos eran buenas, puesto que Vitro recuperó liquidez financiera suficiente como para poder afrontar las pagas extraordinarias de la pasada Navidad que les venían adeudando y que incluso los sindicatos llevaron al juzgado. Además, la firma cristalera también remontó en ventas.
Sin embargo, frente a este optimismo, existe la desconfianza sindical de que el hecho de recuperar ahora maniobra financiera sirva para hacer frente al pago de una serie de despidos a través de ERE de extinción. Estas mismas fuentes creen que la aplicación del actual ERE temporal por un año, que afecta a un alto porcentaje de la plantilla, fue debida en su momento a la imposibilidad de afrontar con dinero los despidos. Los sindicatos esperan que se propongan alternativas a los despidos, pero estiman que si éstos se producen podrían afectar más a las plantas auxiliares de Asturias, Valencia y Madrid.