Cerrar

La teleasistencia llega a 848 usuarios y la ayuda en casa a 304 a pesar de la crisis

Ponferrada mantendrá la atención a los mayores como una prioridad social.

Julio Igareta, haciendo ejercicios, y su mujer, Felipa Capelo.

Ponferrada

Creado:

Actualizado:

A Julio Igareta, el pecho le dio «un trayazo» hace unas semanas y tuvo que pasar 17 días en el Hospital. Acostumbrado realizar ejercicios de psicomotricidad con una pelota, Igareta, de 88 años, se fabricó su propia bola con papeles de periódico y plásticos y en cuanto se recuperó un poco, recuperó la costumbre porque no quiere perder movilidad. Pero a veces, necesita ayuda.

Igareta y su esposa Felipa Capelo, de 84 años son dos de los 848 usuarios del servicio de teleasistencia y de los 304 del servicio de ayuda a domicilio de los que se ocupa el Ayuntamiento de Ponferrada, una prioridad para el equipo de gobierno, según el concejal del área, Luis Antonio Moreno, que anunció que no van a sufrir ningún recorte.

El de ayuda a domicilio, con 80 auxiliares que acuden a las residencias de los usuarios como Julio y Felipa, es un servicio vital para los mayores. Julio y Felipa, que ayer celebraba su cumpleaños vivían en Lombillo de los Barrios hasta hace poco y se han trasladado hasta el casco antiguo de Ponferrada para estar cerca de una de sus nietas. Julio ayuda a Felipa a bañarse y dos veces por semana reciben la visita de una de las auxiliares de la empresa Clece. «Nos ayuda con la limpieza y con las tareas domésticas». Y en alguna ocasión también han tenido que usar el medallón del servicio de teleasistencia, que les pone en contacto con un asistente de la Cruz Roja en Valladolid y es útil en caso de caídas o achaques.

La Cruz Roja es la adjudicataria de la teleasistencia y Clece —cuyo contrato acaba de ser renovado por otros cuatro años por un importe global de 6,4 millones de euros, 1,6 millones por año— de la ayuda a domicilio. Sólo los auxilariares de Clece realizaron el pasado año hasta 103.090 horas de trabajo.

«Hay personas para las que sólo levantarse de la cama les supone un trabajo», explica Luis Antonio Moreno, después de recordar que además de una asistencia social indispensable para personas sin suficiente apoyo familiar, el programa es una importante fuente de empleo. La media de 80 auxiliares en plantilla está contratada a jornada completa en ocho de cada diez casos.

Moreno estima además que aunque el número de usuarios se ha consolidado en torno a los trescientos, el número de beneficiarios del servicio supera los cuatrocientos porque en un mismo domicilio, el personal especializado puede atender a dos o más personas, como sucede con Julio y Felipa. Y no se trata sólo de hacerles compañía. Los auxiliares de Clece están formados para prestar primeros auxilios en situaciones de emergencia, afrontar demencias, trastornos de comportamiento y estrés, o cualquier otra alteración psicológica de los usuarios. Y también cuestiones más prácticas como hacer la comida o mantener en orden la vivienda del usuario.

Durante el periodo de cuatro años de Clece en el servicio, un total de 92 usuarios del servicio de ayuda a domicilio tuvieron reconocida la valoración de Dependencia.