Vitro perdió 53 millones en tres años
La filial de la multinacional sólo logró contener la hemorragia el año pasado con 11 millones en rojo.
Material de Vitro Cristalglass, acumulado a las puertas de la factoría de La Rozada.
Cincuenta y tres millones de euros. Más de nueve mil millones de las antiguas pesetas. Esa es la cifra de pérdidas que Vitro Cristalglass ha acumulado en los últimos tres años, según datos a los que ha podido acceder este periódico, y que de alguna manera apuntalan en buena medida la pretensión de la multinacional mexicana —en el peor de los casos— de abandonar su negocio de acristalamiento para la construcción en España.
Del saldo de 53 millones de euros en números rojos desde el 2009, al menos lo que sí es cierto es que durante el anterior, el 2011, los gestores consiguieron detener la hemorragia. Los beneficios se esfumaron de las cuentas de Vitro Cristalglass en el año 2008. Al hilo del inicio del declive del boom inmobiliario y de la edificación de alto valor arquitectónico. En el 2009 las pérdidas afloraron de inmediato hasta alcanzar los 18 millones de euros. Aunque de esta cifra, una tercera parte procedía de las plantas que Vitro incorporó a su filial española tanto en Francia como en Portugal.
El negoció francés se convirtió en poco tiempo en una de las grandes ruinas de las cuentas de la compañía en Europa, y aunque en el 2010 los mexicanos se deshicieron del mismo, las pérdidas en esa campaña se dispararon hasta marcar un récord de 24 millones de euros. Al socaire ya también de un gran descenso en el número de pedidos en las factorías de La Rozada (Toral) y de Camponaraya.
Récord y esperanza
Con las medidas de ajuste puestas en marcha, al menos durante el 2011 se logró contener en buena medida el flujo de las pérdidas. Sólo fueron de once millones de euros. En sintonía con los últimos datos que se han aportado al comité de empresa de las fábricas bercianas, a cuyos representantes se les habló de unos números rojos mensuales en la actividad de las mismas de 900.000 euros como último argumento para afrontar el despido colectivo de sus 421 trabajadores que está sobre la mesa de negociación.
En torno a esa base de la minoración de las pérdidas en más de un cincuenta por ciento y bajo la condición de obtener liquidez bancaria y afrontar de inmediato un duro reajuste de plantilla, los defensores de la continuidad de Vitro Cristalglass consideran que esto aún es posible y que depende de la voluntad y de la apuesta de futuro de la multinacional con sede en Monterrey.
En medios financieros y empresariales se interpreta desde luego como complicadísimo mantener un nivel de pérdidas como los del 2009 o el 20010 —de 18 y 24 millones de euros respectivamente— para una empresa que en estos tres últimos ejercicios ha visto como su facturación se situaba en una franja de entre los 80 y los cien millones de euros. En los mejores años de Vitro Cristalglass, entre el 2003 y el 2008, el volumen de ventas de sus factorías en el Bierzo se llegó a colocar en torno a los 120 millones de euros.