en la consejería de economía
La Junta ve «compleja» la salida pero ha decidido no tirar la toalla
Aunque desde un primer momento en la Junta de Castilla y León se dejó bien claro que contra los problemas financieros de la empresa matriz de Vitro ellos poco podrían hacer, fuentes de la Consejería de Economía y Empleo que dirige Tomás Villanueva alentaban también ayer algún resquicio de esperanza para encontrar algún tipo de solución e impedir el cierre de las factorías bercianas.
«La Junta está trabajando, pero la solución es difícil, es muy compleja; sobre todo por la realidad que tiene esta empresa en su matriz mexicana», reseñaba una de las personas conocedoras de la negociación que se está manteniendo desde la Junta con sindicatos y dirección de Vitro. Lo que están analizando son las opciones a las que se pueden acoger para evitar el ERE de extinción, pero temiendo también el convenio de acreedores. En este sentido se está revisando la parte laboral del conflicto, con la mejor salida para los 421 trabajadores de plantilla, y por otra la parte económica, con la posible financiación si hay acuerdo con las entidades bancarias.
«La Junta sí quiere ver actividad en las fábricas Vitro, pero la empresa debe también presentar su plan de viabilidad ante una posible inyección de dinero», advertían ayer las mismas fuentes de la Junta de Castilla y León, desde donde prefieren de momento evitar un pronunciamiento oficial hasta conocer algo a lo que agarrarse sin problemas. Se buscan opciones de inversores, pero el tema, según apuntaban desde la Administración autonómica, «está aún muy verde». Por eso, aunque destacan que se sigue trabajando y habrá más reuniones entre las partes, se acogen a la prudencia.