josé ramón cerezales | alcalde de fabero
La Junta autoriza al colegio Peñalba un segundo grupo de Educación Infantil
Los padres seguirán con las protestas y denuncian un desvío de expedientes intencionado.
La reunión mantenida ayer entre la dirección del colegio Peñalba de Ponferrada con la Inspección Educativa en León ha servido para ratificar lo que ya jueves adelantó el delegado de la Junta, Guillermo García, en su visita a la capital berciana. El centro escolar podrá mantener la unidad de Educación Infantil que ha sido objeto de discordia si tiene demanda suficiente.
«Se ha autorizado al centro para que proceda a la apertura de un segundo grupo de Educación Infantil siempre y cuando el número de matrículas sea suficiente», explicaron fuentes de la Administración regional, incidiendo en que el problema viene motivado porque algunos padres presentaron la solicitud fuera de plazo. Razonamiento, éste, desmentido ayer por la Asociación de Madres y Padres, desde donde aseguran que «sólo ha habido dos matrículas fuera de plazo y no diez o doce, como se está diciendo» y reprochan a la Junta que esté trasladando la culpa a los padres, cuando son los perjudicados.
No contentos con la solución puesta sobre la mesa por la Inspección, los padres seguirán con las protestas, argumentado que si no hay matrículas suficientes ha sido porque se han desviado las solicitudes de algunos padres hacia otros centros de forma «intencionada», argumentado que sólo hay 25 plazas —cuando se comprometieron 50— con el único fin de cerrar una unidad. «La Inspección está negando a la ciudadanía un colegio que es un referente de la escuela pública en la comarca, también de referencia para niños con discapacidad auditiva», explicó la portavoz de los padres, Raquel Pérez, quien hizo un llamamiento para que todas las familias interesadas matriculen a sus hijos en el centro, reafirmando que hay plazas suficientes.
Pérez es consciente de que recuperar a los alumnos que —dicen— la Inspección ha desviado a otros centros es complicado, por ello propone una solución, que si no se consiguen los escolares necesarios, se divida el grupo de 25 niños ya matriculados en dos aulas. «Esta es una opción que encima dotaría de mayor calidad al centro, porque habrá un profesor para menos alumnos. Por lo que no pasamos es por la pérdida de un aula», espetó.
La reducción de la plantilla de profesores es una de las motivaciones en las que los padres encuentran una respuesta del por qué del recorte. «Tenemos constancia de que algún profesor se va a jubilar e igual lo que quieren es no cubrir esas plazas quebrantando aulas para ello», explicó la vocal del Ampa, adelantando que hasta final de curso habrá sentadas de quince minutos en el patio del colegio, que el profesorado ya ha presentado un recurso de alzada y que el Ampa va a iniciar una recogida de firmas para evitar el cierre de la unidad.