Obreros de Vitro bloquean la salida de la dirección al fracasar cualquier acuerdo
El comité abandonó ayer la reunión al negarse la empresa a abonar los atrasos.
Los trabajadores de Vitro Cristalglass están al borde de la desesperación. En ese clima de nerviosismo ante un inminente crack definitivo que les conduzca al despido, más de un centenar de operarios se parapetaron ayer por la tarde ante las puertas de las oficinas de la compañía en Camponaraya. Los trabajadores bloquearon de este modo la salida tanto de la dirección como de los integrantes del comité de empresa, justo después de que estos últimos abandonaran una reunión en la que se pretendía una vez más aclarar cuál será el futuro de los 421 asalariados de las plantas de La Rozada (Toral) y Camponaraya.
Pero el encuentro sólo sirvió a los delegados sindicales para constatar que los ejecutivos únicamente parecen estar comisionados por la multinacional para ganar tiempo de cara a que expire el plazo de consultas del ERE de extinción, el próximo 3 de julio, y empezar a enviar ya las cartas de despido.
La dirección, además, se negó a satisfacer los atrasos en las nóminas que se arrastran en concepto de actualización del IPC en lo que va de año, y también de la mitad de la nómina del pasado mes de mayo. En ese punto, los representantes del comité decidieron levantarse de la reunión, máxime cuando se les comentó que existe una disponibilidad de un millón de euros, pero que tal vez deba destinarse a un supuesto «plan social» para los mayores de 55 años.
La certidumbre de que lo único que persigue Vitro Cristalglass es la clausura de las plantas bercianas crece a pasos agigantados. Eso ha calado ya en la mayoría de la plantilla. Como en los operarios que se plantaron pasadas las 18.00 horas en medio de las escaleras de acceso a las oficinas, donde la media docena de ejecutivos que habían acudido a la reunión dio de inmediato aviso a la Guardia Civil para que iniciase el desalojo de la sede.
Bajo escolta
Hacia las 18.30 horas los cuatro asesores de la multinacional que se encontraban dentro de las oficinas las abandonaron escoltados por los agentes de la benemérita y entre el rugido de desaprobación de los manifestantes.
Con este panorama todo hace presagiar un enrarecimiento de la situación en las fábricas, donde hoy martes está convocada una nueva jornada de huelga. Los trabajadores están convocados a una asamblea masiva en las naves de La Rozada y luego desfilarán en manifestación hacia el Ayuntamiento de Toral donde colgarán una pancarta urgiendo soluciones.
Lo cierto, sin embargo, es que nada hace indicar que el ERE de extinción se vaya a levantar y la mayor parte de la plantilla se plantea cómo quedar lo mejor «colocada» posible de cara a una futura liquidación de la compañía en el proceso del concurso de acreedores presentado ya en los juzgado de Madrid a principios de este mes.