Diario de León

El número dos del PP dimitirá hoy en el Pleno de Bembibre por la crisis minera

El teniente de alcalde, Roberto Enrique Fernández, cumplirá su amenaza al partido.

Roberto Enrique Fernández —derecha— en una comparecencia con el alcalde, Manuel Otero.

Roberto Enrique Fernández —derecha— en una comparecencia con el alcalde, Manuel Otero.

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r. arias | ponferrada
Ponferrada

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El número dos del Ayuntamiento de Bembibre, Roberto Enrique Fernández, se convertirá hoy en el primer cargo público local del PP en presentar su dimisión por la postura intransigente del Gobierno sobre el recorte de las ayudas al funcionamiento del sector minero. Roberto Enrique Fernández consumará su decisión a lo largo de la sesión plenaria que celebrará la Corporación bembibrense a partir de las 20.00 horas. Cumplirá así una amenaza que ya lanzó al comienzo de esta crisis y que ha venido reiterando casi semanalmente.

El primer teniente de alcalde de la villa del Boeza, de la que partió la semana pasada una de las principales columnas de la Marcha Negra, anticipó ayer su decisión a través de una nota escrita, en la que añade que formalizará la misma en el Registro del Ayuntamiento durante la mañana del viernes, puesto que la renuncia a su acta de concejal la anunciará al finalizar la sesión de esta tarde-noche.

En declaraciones a este periódico, la hasta ahora mano derecha del alcalde de Bembibre, Manuel Otero, lamentó tener que adoptar esta medida tan drástica. Esencialmente por la confianza que el equipo de concejales del PP había depositado en él y por su compromiso con Bembibre. Pero inscribió la decisión en una esfera de «índole personal». «La palabra es ya lo único que nos queda y este partido a mi, en estas condiciones, ya no me representa. En qué habíamos quedado —se preguntó en voz alta— ¿No se nos llenó la boca de que íbamos a defender el carbón?». A su juicio, su línea de comportamiento no tiene porque ser la que sigan otros cargos públicos del PP que tienen un compromiso también con sus municipios. Pero un tanto en contradicción con dicha reflexión, matizó: «Aunque tal vez si muchos concejales y alcaldes del PP decidieran presentar la dimisión entonces tal vez Juan Vicente Herrera diera de verdad un puñetazo en la mesa del Gobierno».

En su nota de despedida, Roberto Enrique Fernández expresó su apoyo y respeto al senador Juan Morano, pero sobre todo testimonió su «admiración» a los mineros que permanecen encerrados en los pozos de Santa Cruz y en los asturianos, y más allá a los trabajadores que caminan estos días hacia la capital del España. «Espero que el Gobierno de Rajoy no cometa el mismo error que en su día cometió el gobierno de Felipe González, que ni siquiera tuvo el gesto de recibirlos cuando llegaron a Madrid», previno a los responsables del Ejecutivo del PP.

Fernández, que profesionalmente está ligado desde hace años al grupo Victorino Alonso al frente de su departamento de personal, no escondió sin embargo su esperanza de que en última instancia aún pueda llegar un acuerdo. «De hecho creo que al final esto se va a arreglar. Pero a qué precio», indicó a este periódico.

Su dimisión, en términos estrictamente políticos y de gestión municipal, no comprometerá la gobernabilidad del segundo ayuntamiento más importante del Bierzo. El PP gobierna en Bembibre con una amplia mayoría de diez concejales frente a los siete del PSOE. No obstante, el primer teniente de alcalde de Manuel Otero se encargaba desde la victoria de los populares de todos los asuntos relacionados con las cuentas y el personal, ámbitos en lo que se había convertido en una pieza capital para el funcionamiento del consistorio.

Presión adicional

Desde el prisma de la controversia política, su dimisión apelando a la falta de apoyo del Gobierno del PP al carbón, es más que probable que coloque contra las cuerdas a sus compañeros, empezando por la primera autoridad municipal, a los que la oposición socialista ya ha invitado en más de una ocasión a seguir el mismo camino para demostrar que están con las cuencas y sus habitantes por encima de los colores de su partido.

Su adiós será tras una sesión, precisamente, de marcado carácter económico. En círculos del gobierno de Manuel Otero se especula con la posibilidad de que su renuncia incluso no se llegue a cubrir y el PP gobierne con sólo nueve concejales.

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