Cuatro operarios de Vitro Cristalglass se encierran en la factoría de Camponaraya
Exigen que se les indemnice con 45 días por año trabajado y se les paguen los atrasos.
El presidente y otro miembro del comité, entrando a la fábrica de Camponaraya, aunque no se reunieron con la dirección.
Sin acuerdo entre dirección y comité de empresa de Vitro Cristalglass en el último día del período de consultas para la presentación del ERE de extinción de las dos factorías bercianas, cuatro operarios de la cristalera decidieron tomar las riendas de las protestas y ayer se encerraron en el centro de trabajo de Camponaraya, de donde no tienen intención de salir hasta que se les pague lo que se les debe. Y es que aunque la empresa anunció por la mañana que había ordenado el pago del 50 por ciento de la nómina del mes de mayo y el adelanto de la mitad de la de junio, los trabajadores recuerdan que están pendientes todavía los atrasos correspondientes a la actualización del IPC desde el 2010, que suman 250.000 euros para el total de la plantilla berciana, de 421 operarios.
Los encerrados en Vitro son tres sindicalistas y un trabajador. Eladio de la Fuente (UGT) tiene 36 años y lleva cuatro y medio trabajando en la cristalera. Es uno de los encargados de repartir los pedidos entre los clientes. Está casado, tiene dos hijos y reside en León, aunque es de Camponaraya. Manuel Barreiro (CC.OO.) tiene 34 años y hace 12 que trabaja en Vitro. De Villablino, también casado y con tres hijos, desarrolla su función en la sección de canto pulido. Blas Guerra (CSIF) es de Fabero, tiene 38 años y lleva también 12 en la compañía. Él pertenece al área de acristalamiento, se dedica a cortar perfiles. Está casado y tiene un hijo. Por último, Antonio Valcarce es el único que no pertenece al comité de empresa. Tiene 49 años y lleva nada menos que 27 trabajando para Vitro Cristalglass. Casado y con dos hijos reclama —como sus compañeros— que la empresa les pague lo que les debe y que no les eche a la calle con 20 días por año trabajado. Piden los 45 y aseguran que buscarán cualquier fisura legal en el proceso de extinción para denunciar un despido improcedente. «Es inaceptable. No vamos a aceptar lo que la propia ley ya establece. Para eso no se negocia», aseguró el representante de CC.OO. en el comité, Luis Carballo.
Plantón a la dirección
Aunque el encierro de los cuatro de Vitro comenzó a las 19.00 horas, la tensión fue notable ya desde primera hora de la mañana. Llamados a participar en la última reunión del período de consultas, los representantes de los comités de las factorías de Camponaraya y La Rozada (Toral de los Vados) decidieron no asistir, dando plantón a la dirección. Sí entraron los sindicalistas llegados de Valencia, Madrid y Asturias, que a la salida transmitieron el resultado del encuentro. Una reunión infructuosa, tal y como esperaban los bercianos. «No íbamos a sacar beneficio alguno», razonó el presidente del comité de La Rozada, Miguel Ángel Acebo, lamentando que el único fin por el que la multinacional mexicana los convocó fue para cerrar el proceso sin intentar llegar a acuerdo alguno.
No están de acuerdo con el ERE ni con las pretensiones de la dirección, que ayer mostró las cartas definitivas del plan de cierre. Según adelantó Carballo, la vidriera ha fijado el período de despido entre el 6 y el 13 de este mes. En este tiempo saldrán el grueso de los trabajadores. «Quedarían sólo 18 operarios hasta un máximo de tres meses y dos de administración y Recursos Humanos hasta finales de año», explicó.