Vitro salda su deuda con los operarios, que mantienen las medidas de protesta
Abonados los atrasos, la plantilla condiciona el fin de la presión a la reunión con Villanueva .
Los cuatro encerrados en las instalaciones de Vitro, ayer a la puerta de la fábrica.
La dirección de la cristalera Vitro Cristalglass ha cumplido con los compromisos adquiridos en la última reunión celebrada con los comités de empresa de Asturias, Valencia y Madrid —encuentro al que no asistieron los bercianos— y ayer hizo efectivo el pago de los atrasos correspondientes a la actualización del IPC, pendientes desde el mes de enero. Son 250.000 euros para el total de la plantilla, de 421 trabajadores, que se suman a la mitad de la nómina del mes de mayo que ya fue ingresada a principios de semana. Se trata —según explicó el representante de CC.OO. en el comité, Luis Carballo— del 5,4% del bruto que han percibido los trabajadores en lo que va de año. De esta forma, la multinacional mexicana salda sus deudas con los operarios 72 horas antes de que comiencen a llegar las cartas de despido. Algo que previsiblemente ocurrirá mañana.
Pese a que ya no existen pagos pendientes, la plantilla mantiene el calendario de movilizaciones previsto y hoy celebrará un nuevo día de huelga —el quinto— después de que ayer cubrieran con pancartas la entrada principal a la factoría de Camponaraya. Barajaron también volver a cortar la antigua N-VI a la altura del polígono industrial, pero finalmente se decidieron por una concentración frente al citado centro de trabajo, tanto para organizar nuevas actuaciones como para apoyar a los cuatro trabajadores que el lunes iniciaron un encierro. Unos operarios que pese a haber cobrado seguirán sin poner un pie fuera del centro de trabajo, ya que, tal y como recalcó uno de ellos, Manuel Barreiro, sus pretensiones van más allá. Ahora lo que quieren es que el consejero de Economía y Empleo de la Junta, Tomás Villanueva, convoque al comité a una reunión.
«Tenemos más reivindicaciones que defender», afirmó Barreiro, asegurando que ahora la pelota está en manos de la Administración autonómica, que «algo tendrá que hacer» si quiere que la plantilla ponga fin a sus protestas.
Hoy a las 9.30 horas, como viene siendo habitual, los trabajadores volverán a reunirse en asamblea frente a la fábrica de Camponaraya, donde definirán la hoja de ruta de las protestas para la presente jornada. En días de huelga como el de hoy, el número de trabajadores que se suman a los actos —cortes, colocación de pancartas, reparto de octavillas con información... — es mayor, a diferencia de lo que ocurre el resto de la semana. Los ánimos están bajos y la confianza es mínima.