Malestar por la canalización de una presa que impide el riego en Villafranca del Bierzo
. La obra costó 1,3 millones de euros y selló con hormigón la vía que abastece a las fincas.
La canalización de una presa de riego en la carretera que une Villafranca del Bierzo con la pedanía de Puente de Rey ha enfrentado a varios vecinos y al propio Ayuntamiento con la Junta de Castilla y León, pues es esta la administración encargada de una obra que se inició hace más de dos años y que ha supuesto un desembolso de más de 1,3 millones de euros. El problema es que en la ejecución de los trabajos, la adjudicataria no ha tenido en cuenta que, además de para abastecimiento, el agua de esa presa se empleaba también para el riego y la cubrió con hormigón. De tal forma que las fincas colindantes se han quedado sin abastecimiento, pues se han eliminado todas las tomas existentes.
«Han pasado por alto el riego de muchos vecinos. Estamos pendientes de una reunión con la Dirección General de Fomento de la Junta para abordar las deficiencias de la obra, que son muchas», explicó el concejal de Obras del Ayuntamiento de Villafranca, Marcos Fernández, asegurando que el problema es «grave» y confiando en que durante la próxima semana tenga lugar la ansiada reunión que permita poner sobre la mesa las soluciones posibles.
Llevan dos años regando a cuentagotas, cogiendo el agua de una zona donde se ha dejado una especie de rebosadero y temen que con el verano y las altas temperaturas puedan llegar los incendios. Problema que no sabrían como afrontar ante la imposibilidad de tomar el agua directamente de la presa. Uno de los vecinos afectados es Ramón Cela, que asegura que ya son varios los escritos de denuncia que han presentado él y sus vecinos. «El agua que no va a los depósitos se pierde y nosotros no podemos regar. Si esto empieza a arder y no podemos sacar el agua vamos a quedarnos sin nada», explicó, adelantando que está organizando una manifestación para hacerse oír, ya que de otra forma hasta ahora no lo ha conseguido.
Y con todo ello, el riego no es el único problema, según explicó Fernández. «La obra tiene otras deficiencias que hay que subsanar y que llevamos reivindicando desde el inicio de la legislatura. La solución hubiera sido muy fácil en el proceso de construcción, bastaba con haber dejado acometidas en cada finca, pero cuando el jefe de obra se pasaba por aquí, nunca avisaba al Ayuntamiento».