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Detienen a un anciano de 75 años acusado de matar a su hermano en Cacabelos

La jueza toma medidas cautelares de tratamiento médico por la condición psíquica del arrestado.

El detenido (izquierda), ayer a la salida de los juzgados escoltado por la Guardia Civil.

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A. Calvo | ponferrada
Ponferrada

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Uno de los hermanos menores del hombre que apareció muerto en Cacabelos, con múltiples heridas de arma blanca el 1 de diciembre del 2011, ha sido detenido como presunto autor del crimen. Un grupo de agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de León se desplazó hasta Espanillo para proceder a la detención y ayer mismo fue puesto a disposición del juzgado de Instrucción número 6 de Ponferrada, que ha decretado el secreto de sumario mientras concluye la investigación de los hechos. Por su condición psíquica, la jueza del caso ha decidido «tomar medidas cautelares de tratamiento médico, antes de resolver su situación procesal», según precisaron ayer fuentes de Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

El detenido, P.G.A., de 75 años de edad, reside entre la localidad de Espanillo, perteneciente al municipio de Arganza, y Sao Paulo, a donde había emigrado de joven y donde se casó y tuvo dos hijos. Hace unos años se separó y regresó a su pueblo natal, aunque de vez en cuando viajaba a Brasil. El jueves por la tarde, cinco agentes de paisano le detuvieron en su casa de la calle Real de Espanillo, donde residía con uno de sus hijos, de unos 20 años, tal y como apuntaron algunos vecinos del pueblo. Según fuentes de la investigación, durante el análisis de la vivienda en la que sucedieron los hechos se localizaron restos de ADN que sirvieron para identificar al presunto asesino.

Heridas de arma blanca

Antonio González Álvarez, de 78 años, apareció muerto en la cocina de su casa de Cacabelos, cosido a puñaladas, el 2 de diciembre del 2011. Un sobrino, hijo de una hermana, se extraño al no verle durante un par de días por la villa del Cúa, por lo que se desplazó hasta su vivienda, en la calle Manuel Rodríguez Sánchez. Encontró la puerta abierta y tras gritar varias veces el nombre de su tío y ver que no respondía subió hasta la cocina, donde localizó el cadáver. El cuerpo estaba tendido en el suelo, ensangrentado y con múltiples cortes de arma blanca en el abdomen y en brazos y piernas.

Los vecinos de Espanillo precisaron ayer que P.G.A. regresó a su pueblo sobre el 27 de junio. «Es buena persona, pero no está bien de la cabeza. Está enfermo», comentó un vecino de esta recóndita localidad, quien vio como el hombre de 75 años fue arrestado por los agentes.

Se desconoce la causa del crimen, pero los vecinos comentan que además de estar enfermo y tener «manía persecutoria», P.G.A. estaba disconforme con su hermano, que después de años ayudándole económicamente e incluso pagándole los billetes a Brasil, había decidido dejar de prestarle dinero. El presunto asesino y la víctima pertenecían a una numerosa familia —formada por casi una decena de hermanos— que descendía del «hombre más rico de Espanillo, que tenía varios rebaños de ovejas». No en vano, Antonio González Álvarez heredó las fincas y el edificio que hoy acoge el Palacio de Canedo, de Prada a Tope. Algunos también apuntan a que la herencia pudo ser la causa del crimen.

El día antes de ser detenido por la muerte de su hermano P.G.A. fue en autobús hasta Cacabelos, donde alternó con gente de la zona. Por la tarde, fue detenido por los agentes de la Guardia Civil. La primera hipótesis que se barajó fue la del robo, a pesar de que la vivienda de Antonio González Álvarez no estaba revuelta ni se echó en falta ningún objeto o dinero. Fuentes de la investigación confirmaron ayer que desde el principio habían desarrollado varias líneas de trabajo que finalmente habían concluido en la detención del hermano de la víctima.

Los vecinos

El alcalde de Arganza, Luis Manuel González, comentó ayer que P.G.A. residía ocasionalmente en Espanillo, aunque sí estaba censado en la pedanía. Además, apuntó que había solicitado la ayuda del reparto de alimentos de Cruz Roja, aunque hacía «tres o cuatro meses que no se hacía efectiva la entrega porque no estaba en su domicilio». El alcalde de la localidad en la que se cometió el crimen, Adolfo Canedo, declaró ayer que la tranquilidad ha resgresado al municipio. «Nos entristece porque se ha detenido a alguien del entorno familiar de la víctima, pero ya respiramos más tranquilos porque además esto refuerza que Cacabelos es un pueblo tranquilo», señaló el regidor.

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