El personal sanitario se echará a la calle todos los viernes contra los recortes

Reunidos en asamblea, la práctica totalidad de los trabajadores del Área de Salud del Bierzo decidieron ayer sumar a las medidas de presión que se lleven a cabo a nivel nacional una serie de protestas orquestadas por los sindicatos sanitarios de la propia comarca y dirigidas a hacerse oír, a manifestar su disconformidad con los recortes aplicados por el Gobierno central. Así, a partir de esta semana, cada viernes, las plantillas tanto del Hospital del Bierzo como de los diferentes centros de salud bercianos se echarán a la calle y se concentrarán a las puertas de los centros sanitarios entre veinte minutos y media hora. Una medida de presión que no tiene, de momento, una duración determinada. «Es semanal e indefinida», explicó el presidente provincial del CSIF, Pedro Núñez.

La asistencia de los trabajadores del sector sanitario a la asamblea celebrada ayer fue «masiva» —según explicaron fuentes sindicales— y por unanimidad decidieron llevar a cabo las citadas protesta. «Los empleados públicos no nos vamos a callar más y vamos a seguir defendiendo nuestros intereses y derechos como lo hemos hecho a lo largo de los últimos años. No podemos consentir que la crisis se aproveche para desmantelar los servicios públicos. Estamos ante un ataque sin precedentes», reza un comunicado firmado por las agrupaciones sindicales CSIF, CC.OO, UGT, CESM, Satse y Usae.

Un problema en la cocina

Y es que los recortes en plantilla están provocando cargas extra en los empleados que siguen en los centros de trabajo. El cierre de camas en el centro asistencial de Fuentesnuevas —el más importante que se recuerda— ha sido aprovechado, según denunciaron desde el CSIF, para reducir el plantel de personal al mínimo imprescindible. Por citar algún ejemplo de lo que pasa en el hospital, desde el CSIF han querido denunciar que en el servicio de cocina se ha dejado a un sólo cocinero en el turno de tarde. «Durante cinco días a la semana hay un sólo cocinero en el turno para todas las comidas del hospital, cuando normalmente son dos. Además se han reducido en un par los pinches de cocina de cada turno», explicó Núñez.

«Se han reducido plantillas de forma abusiva y hay gente que está sobrecargada de trabajo, lo que va a repercutir en la calidad asistencial», lamentaron los sindicatos, desde donde denunciaron, una vez más, que el Gobierno quiera hacerlos los paganos de la crisis y ponerles en el blanco de las críticas sociales.

Que los trabajadores sanitarios hayan escogido el viernes para llevar a cabo las concentraciones responde a un hecho simbólico. Y es que este día de la semana ha adquirido una importancia especial desde que tras el Consejo de Ministros, el Gobierno anuncia sus medidas. En contraposición, ellos saldrán a la calle.