La pedánea de Losada excluye al pueblo en una entrecorta de roble

El pasado miércoles tuvo lugar en Losada (Bembibre) un concejo extraordinario que tenía como único punto del día la aprobación del contrato de poda de roble en el que, a pesar de tener carácter público, la alcaldesa de la localidad, la socialista Amparo Villadangos, impidió la entrada a los vecinos, cerrando la puerta—con llave—del salón de sesiones del edifcio comunal donde se iba a llevar a cabo la aprobación de la actividad de cuidado de árboles.

Los vecinos del pueblo no entendieron el acto llevado a cabo por la alcaldesa y esperaron en la calle hasta que el concejo finalizó, a modo de protesta ante una actitud que la representante del Partido Popular de Losada, Isabel Vázquez Casado, calificó como «ilegal y antidemocrática». Además, según denunció el Partido Popular de Losada, cuando la representante de la oposición llegó al concejo se encontró con que el contrato ya estaba redactado, «y que no era para poda sino para entrecorta de robles, sin haberlo sacado previamente a subasta y hacer públicas las negociaciones que se estaban llevando a cabo para conseguir el mejor precio», explicó Vázquez Casado. Los desplantes siguieron para la representante popular cuando según ella, «la alcaldesa socialista no dió tiempo y exigió que leyera el contrato en cinco minutos». Tras esta «actitud dictatorial», como expresaron los populares, la oposición apreció que «la alcaldesa intentaba esconder que se había concedido a la empresa que anteriormente había entrecortado los pinos de Losada a tres euros la tonelada, y ahora iba a entrecortar el roble por la cantidad de seis euros la tonelada, con un contrato de dos años que provocará la desaparición de buena parte del monte». El PP declaró tras estos actos que su postura es defender los bosques de Losada «y denunciar la actitud de aquellos que de espaldas al pueblo pretenden acabar con él».