Proyecto Hombre debe 40.000 euros a proveedores y dos meses a su plantilla
La asfixia económica aboca a la eliminación de diversos programas de desintoxicación.
Sin el apoyo económico de las administraciones, Proyecto Hombre no podrá seguir adelante con la estructura que mantiene actualmente. Los recortes y la crisis económica han provocado un retraso considerable en las partidas presupuestarias que diferentes organismos públicos venían destinando a los programas de esta fundación, hasta el punto de que han llegado al límite y ya no tienen «ni un euro», aseguró el presidente del colectivo, Jorge Juan Peña, explicando que a mediados del mes de julio debían haber recibido un adelanto de 60.000 euros de la Junta de Castilla y León que no ha llegado. Cantidad incluida en la partida de 260.000 euros que el Gobierno autonómico destina anualmente a tal fin. En este punto y pendientes de otros muchos pagos procedentes de arcas públicas, Proyecto Hombre acumula una deuda de unos 40.000 euros con proveedores —luz, teléfono, alimentación, etcétera—. Y sus trabajadores —32 en toda la provincia— llevan dos meses sin cobrar, apuntó Peña.
La situación es extrema y la solución pasa, de momento, por reestructurar algunos programas y eliminar los vinculados a la prevención y a la rehabilitación en el caso de problemas de malos tratos. De esta forma, Proyecto Hombre vuelve a sus orígenes, renuncia a programas que están funcionando muy bien y se centrará en lo más básico, lo imprescindible. «Nos vemos obligados a reducir todo al mínimo y dar prioridad a la comunidad terapéutica y a la asistencia ambulatoria», significó el presidente de Proyecto Hombre, no descartando tampoco que llegado el momento sea preciso recortar plantilla. Se atenderá a los drogodependientes que lleguen pidiendo ayuda. «No podemos abandonarlos», apuntó Jorge Juan Peña.
«Tenemos una tensión económica muy fuerte, no hay ni para la luz. Si hubiéramos sabido que íbamos a llegar a este extremo, nos hubiéramos organizado de otra forma, pero confiábamos en la palabra de la Junta de Castilla y León, en que en julio tendríamos aquí 60.000 euros», aseguró el máximo responsable de Proyecto Hombre, recordando que para que la fundación funcione tal y como lo ha hecho en los últimos años es necesario un presupuesto anual de unos 700.000 euros.
Hace tiempo que este colectivo viene denunciando su complicada situación económica y sólo la colaboración de entidades privadas ha permitido seguir adelante, aunque no sin grandes dificultades. La idea de Proyecto Hombre es aguantar como sea hasta final del verano y luego llevar a cabo una profunda reforma de su funcionamiento y los servicios que ofrece con la idea en mente de que los tiempos de apretarse el cinturón no serán circunstanciales, sino que «van para largo». «Hay que crear una estructura económica sostenible. Vamos a replegar cosas, volviendo a lo más elemental», adelantó el presidente.
Proyecto Hombre atiende en León a cerca de 600 personas con algún tipo de adicción, 400 de ellos en el Bierzo. Su acción se extiende a la propia cárcel, ya que se encargan también de los reclusos drogodependientes. Asimismo, su acción es crucial en los supuestos de violencia de género.Ciento ochenta personas forman parte del Programa Trébol de rehabilitación de maltratadores, muchas obligadas por el juez a acudir a la fundación. Es este último uno de los proyectos en fase de extinción.