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Una nueva Ciudad Mágica

La haltera berciana Lidia Valentín, que actuó como pregonera, recordó en su discurso los grandes momentos de diversión que pasó de niña en Cima.

La haltera Lida Valentín, ayer sobre el escenario instalado en el parque del Temple, donde abrió sus puertas Cima.

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teresa lozano | ponferrada
Ponferrada

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El día de ayer amaneció soleado en Ponferrada, el único detalle que faltaba para hacer de la inauguración de la vigésimo séptima edición de la Ciudad Mágica una gran jornada cargada de alegría e ilusión. A las 12.15 horas de la mañana hizo su aparición en el parque del Temple el alcalde ponferradino, Carlos López Riesco, acompañado de la concejala de Cultura y Juventud, Susana Téllez, y la presidenta del Patronato municipal de Fiestas, Mari Crespo, a los que se unió la elegida para actuar de pregonera este año en Cima, la haltera Lidia Valentín.

Tras cortar la cinta inaugural y recorrer el paseillo formado por los miembros de Cima hasta el escenario, la deportista berciana —ganadora de varias medallas a nivel europeo, y diploma olímpico gracias al cuarto puesto obtenido en los Juegos Olímpicos de Londres 2012— comenzó el pregón dando las gracias al equipo de gobierno ponferradino por haber pensado en ella para este puesto tan especial, ya que sólo Cima cuenta con un pregonero particular, al márgen del oficial que inaugura las fiestas de la Encina el día 6.

Lidia Valentín recordó su infancia «que estuvo marcada por Cima como la de la mayoría de niños que han tenido la oportunidad de pasar por aquí, siempre quería que llegase la Encina para poder disfrutar de este paraíso del entretenimiento». Además, añadió que si cuando era pequeña en la Ciudad Mágica sólo se preocupaba por jugar, ahora había visto de qué estaba formada Cima realmente, «de forma altruista y con un bien común, algo que me recuerda a lo que me dedico y que tanto bien me ha dado, el deporte». La haltera comparó esta iniciativa con su paso por los Juegos Olímpicos de Londres, ya que «en la villa olímpica hay muchos voluntarios, igual que aquí, y también se premia el esfuerzo y el trabajo en equipo entre otras cosas».

La jóven pregonera terminó su discurso afirmando que tanto sus recuerdos de infancia de Cima como su paso por Londres 2012 quedarán para siempre, y pidió a los jóvenes que no olvidasen el deporte en sus vidas.

Tras el pregón y las palabras del alcalde, que hizo especial hincapié en que «esta semana de la Encina es cuando Cima tiene más relevancia, pero debemos recordar que es un poryecto que está vivo todo el año», comenzó la que se espera que sea otra gran Ciudad Mágica gracias a los monitores y jefes de taller y coordinación , que pondrán todas sus ganas e ilusión durante estos seis días para que todos los niños —y no tan niños— que acudan se diviertan y se queden con un gran recuerdo, al igual que las han puesto para organizarlo todo.

Para ello, la oferta de Cima pasa por 32 talleres de diversas temáticas en los que se podrá aprender a bailar, a hacer labores de artesanía, viajar al pasado hasta la época medieval, pintarse la cara o participar en múltimples gymkhanas, entre otros muchos juegos y cursos para divertirse.