Silvano apela al espíritu emprendedor del berciano para remontar la crisis

Ponferrada está ya inmersa en fiestas. La plaza del Ayuntamiento se pobló ayer noche de gente y colorido para seguir el chupinazo que con la palabra oficializó en su pregón el presidente de la Ponferradina. José Fernández Nieto Silvano —uno de los artífices de las pocas alegrías que ha vivido la ciudad este año con el ascenso del Club a la Segunda División, dijo el alcalde en las presentaciones— tuvo especial mención para los que están siendo más castigados por el azote de la crisis económica y puso sobre la mesa una receta de soluciones y optimismo para salir adelante.

Silvano echó mano del espíritu emprendedor y de trabajo del berciano para retomar la senda del crecimiento. Para ello, apeló a la unidad de todos en presencia del alcalde Carlos López Riesco y del resto de la Corporación. «Son momentos de permanecer todos más unidos que nunca y en este sentido la Ponferradina tiene un compromiso con la sociedad berciana y con aquellos que luchan por los más necesitados, ya que la solidaridad también forma parte de nuestras convicciones», aseveró con marcado acento deportivo.

El pregonero, aludiendo a las dificultades económicas, dijo que no es momento de «flaquear» y emplazó a todos los sectores sociales, instituciones, trabajadores y empresarios a inspirarse una vez más en el himno de la Ponferradina, «para continuar siempre ¡Adelante y arriba!» y vencer así las adversidades que se presenten.

«El Bierzo es cuna de emprendedores. En cualquier parte del mundo podemos encontrar gentes de nuestra tierra intentando ampliar sus horizontes, de manera que con rigor en el trabajo, austeridad en la gestión y la iniciativa propia de nuestro carácter, estoy seguro de que el futuro no se nos va a escapar de las manos», proclamó desde el consistorio a la vecindad Silvano, arrancando los aplausos de la multitud que llenaba la plaza. Y fue así cómo recordó que esta misma fórmula ya ha servido a Ponferrada y al Bierzo en el pasado. De esta manera se mostró convencido de que, entre todos, se conseguirá «un porvenir mejor» para las nuevas generaciones y citó al Mundial de Ciclismo del 2014 como «una oportunidad» e «hito único» de la historia deportiva local para relanzar la actividad económica y «dar una vez más ejemplo de saber hacer bien grandes cosas».

Honestidad y esfuerzo

Tras reconocer el esfuerzo e ilusión de los que dirigieron desde el 7 de junio de 1922 los pasos de la Ponferradina, destacó la fuerza de este Club como «un proyecto de valores y de ilusiones» que ha distinguido a su afición por todos los campos de España. «Honestidad, esfuerzo, señorío a la hora de ganar o perder y siempre saber estar, incluso en los momentos difíciles, son señas de nuestra identidad», proclamó Silvano. Éste tuvo especial recuerdo de su padre —«el verdadero Silvano», dijo—, de su madre, esposa e hijos y cerró el pregón dirigiéndose a la Virgen de La Encina y tras confesarle que los bercianos son «algo pedigüeños», le rogó ayuda para mantener y realizar sus ilusiones.