Un detenido en Ferrol destapa un caso de abusos en Ponferrada
La denuncia contra el hombre por agresión a su hija de 9 años fue en la capital berciana.
Un hombre de 46 años y que responde a las iniciales T.L.N. fue detenido en Ferrol después de que se presentara en Ponferrada una denuncia contra él por presuntamente abusar de su hija de 9 años. La pequeña reside en la capital del Bierzo con su madre, divorciada de T.L.N., donde sucedieron los hechos. La orden de arresto fue emitida desde los juzgados ponferradino.
En el momento de la detención en la ciudad gallega, donde reside y de donde es natural el presunto agresor, se encontraron en su domicilio y en una cuenta de correo electrónico diferente material de pornografía infantil y todo parece indicar que compartía con otros pedófilos y supuestamente de los delitos cometidos. La Policía Nacional investiga los hechos y no se descartan más detenciones relacionadas con el caso, según confirmaron desde la comisaría ferrolana, ya que el caso también está abierto en la capital berciana.
El juez de Ferrol ya ha anunciado que se inhibirá del caso, para que sea remitido al juzgado de Ponferrada donde se efectuó la denuncia y donde continuarán las diligencias. Tras su primera comparecencia ante el juez en Galicia, T.N.L. tuvo que ser ingresado ya que es diabético y sufrió una crisis hiperglucémica junto con una crisis de ansiedad, aunque ayer mismo volvió a acudir ante el juzgado de guardia de Ferrol, según informó El Ideal Gallego. El juez ha decretado prisión provisional para el detenido, que está acusado de abuso de menores y tenencia y difusión de pornografía infantil. La detención se realizó a última hora del pasado martes en su propio domicilio en Ferrol y el material fue incautado por la policía por orden del juez ponferradino.
Condenado en el 2005
T.N.L. fue condenado en febrero del 2005 por abusar de la hija de la que por entonces era su compañera sentimental. La pequeña tenía entonces 12 años y fue ella misma, quien años más tarde, denunció los hechos. El fiscal solicitó entonces una pena de prisión de trece años.
Durante el primer juicio, varios de los médicos que trataron al supuesto agresor apuntaron que sufre parafilia —un comportamiento sexual anormal— trastornos obsesivos y de personalidad graves, tal y como se publicó entonces en La Voz de Galicia. Además, también consumía cocaína, metadona y hachís.