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La nueva avenida de Astorga, al 40%

Silván afirma que la obra de acceso a Ponferrada estará lista a finales de octubre.

Un detalle de las obras todavía pendientes en la mediana del acceso a Ponferrada por la avenida de Astorga.

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a. Calvo | ponferrada
Ponferrada

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Ya hay fecha definitiva para que la obra de la avenida de Astorga, el principal acceso a Ponferrada, esté terminada después de varios traspiés que han retrasado la actuación más de un año. El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, concretó ayer que la empresa ya ha comunicado a la Junta —quien adjudicó la obra— y al Ayuntamiento de Ponferrada que la obra avanza a buen ritmo y que la nueva empresa adjudicataria ya ha ejecutado un 40% de los trabajos pendientes, con lo que el acceso a la capital berciana por Montearenas estará listo a finales del próximo mes de octubre. «Los plazos siguen su ritmo», añadió el popular Antonio Silván, quien reconoció que los retrasos en la actuación han provocado «incomodidad» entre los conductores, los vecinos y los comerciantes de la zona, que también han criticado el diseño de la avenida, a lo que el consejero contesto que este aspecto «obedece a los criterios técnicos de la actuación».

El consejero reconoció que a pesar de que tanto el Ayuntamiento como la Junta «habían cumplido con la ley», la obra ya debería «estar finalizada porque se ha ralentizado», ya que la primera adjudicataria no pudo hacer frente al pago a las subcontratas y finalmente acabó en un concurso de acreedores. Las obras estuvieron paradas ocho meses y la nueva adjudicación también se retrasó tras la presentación de varias propuestas temerarias y por cuestiones burocráticas y técnicas con la nueva empresa, Vías y Contratas, por un presupuesto final de 1,8 millones de euros. Los trabajos que están pendientes de ejecutar afectan, además de a la adecuación de los carriles para los vehículos, a la ejecución del alumbrado público y las aceras. El acceso a Ponferrada por Montearenas y la avenida de Astorga soporta el 70% de la circulación con destino al centro de la capital berciana y las quejas surgidas por vecinos y comerciantes de la zona han sido constantes como consecuencia de la ralentización de la obra.