Con ruedas y a lo loco en carrilana
El público llenó la improvisada grada del castillo para ver los peculiares vehículos.
Hubo carrilanas como la de la imagen de lo más equipadas, con frenos de disco.
Las fachadas y laderas sur y este del castillo de Ponferrada , junto con el puente García Ojeda se convirtieron ayer tarde en improvisadas gradas al aire libre, llenas de público, que no quisieron perderse el ya tradicional descenso de carrilanas. Es el tercer año que se celebra y el evento es uno de los que más se ha afianzado en los festejos, a tenor de la importante respuesta de personas que acuden y se divierten presenciando la bajada de estos vehículos primitivos.
Varias decenas de vehículos de lo más originales y vistosos, con la pretensión de despertar la diversión del público, bajaron por la pendiente pronunciada que dibujan en Ponferrada la calle Gil y Carrasco y la avenida del Castillo hasta las inmediaciones de la plaza de Luis del Olmo. La Policía Municipal, como si del más purista rally se tratara, cortó la calle y la velocidad se impuso sin límites y peligro para los participantes en esta ya tercera edición.
Aunque se trata de una actividad lúdica y a la vez competitiva casi local, hay personas que se dedican a acudir a todas estas carreras de carrilanas que se organizan en esta temporada de fiestas por todo el noroeste español. Y así fue cómo en el descenso de estos vehículos locos, originales y peculiares había una notable representación gallega en la participación. De hecho uno de ellos confirmaba que estuvo hace poco en las competiciones que hay en Asturias.
En el caso de Ponferrada el Club Deportivo Team Repauto es uno de los principales colaboradores de un evento que organiza y pone en marcha la Concejalía de Deportes y el Patronato de Fiestas. La gente disfrutó de lo lindo.