El oficio que sostiene la mina
La única pareja del Bierzo Alto, integrada por Joaquín Carlos Mendes y Horacio Sampedro, se impuso a las otras trece del Concurso de Entibadores.
La única pareja representante de la cuenca minera del Bierzo Alto en el tradicional Concurso Nacional de Entibadores de Bembibre, que en esta edición cumplió nada menos que 35 años de historia, estaba formada por Joaquín Carlos Mendes y Horacio Sampedro, que se hicieron finalmente con el primer premio en una competición en la que participaron parejas provenientes de las cuencas leonesa, asturiana y palentina. El segundo y tercer premio del certamen cayeron en manos de dos parejas asturianas.
Los recortes que está sufriendo la minería en estos momentos no se plasmaron inicialmente en el concurso de entibadores, ya que el número de participantes inscritos en esta edición igualó al de la anterior convocatoria, con un total de quince parejas. Sin embargo, el inesperado fallecimiento el sábado de uno de los integrantes de una pareja representante de la cuenca de Villablino, Felipe Merillas, redujo finalmente a catorce el número de participantes. La organización —en señal de duelo y respeto— decidió guardar un minuto de silencio al inicio del concurso e hizo llegar a los familiares de Merillas el trofeo con el que los patrocinadores obsequian a las parejas que mantienen vivo un sistema de laboreo prácticamente desaparecido en la actual explotación minera.
Por lo demás
Aunque el concurso fue lo más destacado de programa de fiestas de Bembibre en el último día de celebraciones, los entibadores mineros compartieron protagonismo en la mañana de ayer con otras actividades. Así, la Unidad militar de emergencias (UME) ofreció en el antiguo campo de los juncos una demostración de los métodos de adiestramiento para los perros policía que emplean habitualmente. Una nueva edición de rally de coches antiguos ocupó los carriles del paseo del Vaguillo, al tiempo que las carrilanas descendían en el acceso al paraje de la Devesa.
La última jornada de fiestas patronales incluyó, asimismo, una serie de encuentros deportivos como el torneo de ajedrez Villa de Bembibre, el campeonato de fútbol de los equipos de veteranos o la competición de minimotos. Ya sin carácter competitivo se celebró también la primera Marcha Nocturna Villa de Bembibre, a la que se invitó a participar a todo el público, con un recorrido urbano y un fin de carrera en el que se ofrecieron bollos preñados.