Los despidos de Alonso enfrentan a los piquetes con los que desean volver al tajo

La notificación de despido recibida desde empresa por los catorce trabajadores que integran el comité de huelga en Uminsa y sus subcontratas ha sido la gota que ha colmado un vaso ya cargado de antemano. Tras conocerse el nuevo revés, las diferencias ya existentes pero hasta ahora salvables entre algunos operarios se hicieron insostenibles y ayer mismo tuvo lugar un importante enfrentamiento a la entrada del pozo de Santa Cruz (Páramo) que concluyó con la presentación de más de medio centenar de denuncias en el cuartel de la Guardia Civil de Toreno, según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Los denunciantes —mineros de interior— acusaron de coacciones a los de los cielos abiertos, asegurando que acudieron al tajo a las 7.30 horas para recuperar la actividad y un grupo de compañeros de exterior les impidió hacerlo.

Y es que pese a que reunidos en asamblea en la noche del martes la mayoría de los trabajadores decidió seguir adelante con la huelga y no dejarse amedrentar por las acciones iniciadas por la patronal, hay una buena parte de productores que son partidarios de desconvocar el parón indefinido que dura ya casi un mes. Sólo en el pozo Santa Cruz son unos 120 los mineros que apuestan por volver a trabajar. Sobre todo después de haber escuchado de parte de los propios sindicatos que la huelga podría ser ilegal y tras conocer que volviendo al trabajo impedirían que los compañeros del comité de huelga sean despedidos. No hay que olvidar la existencia de un conflicto colectivo presentando ante la Audiencia Nacional que obligaría a desconvocar la huelga hasta que se dicte sentencia.

«Intentamos hablar con ellos, hacerles entrar en razón en dos ocasiones, pero no quisieron escucharnos», explicó uno de los mineros afectados por la acción de los piquetes. Los partidarios de regresar al tajo adelantaron que esta mañana intentarán volver a trabajar. Ante este posicionamiento y tras las denuncias es más que posible que la Guardia Civil escolte el regreso a la mina. De hecho, la sola existencia de una denuncia podría provocar la intervención de los antidisturbios.

La noticia del enfrentamiento entre compañeros no cayó nada bien en la esfera sindical. El secretario de MCA-UGT, Manuel Luna, lamentó los hechos y consideró que lo sucedido y las denuncias presentadas hacen un flaco favor a la imagen de solidaridad que defienden los mineros. «Si han puesto una denuncia contra sus compañeros, dejan mucho que desear. A mí se me caería la cara de vergüenza si tuviera que entrar a trabajar escoltado ante mis propios compañeros», remarcó Luna.