Pastrana dimite hoy y abre otra crisis de gobierno en Bembibre
La edil Pastrana, con el alcalde Otero en una rueda de prensa.
Será la segunda crisis del mandato municipal del alcalde José Manuel Otero al frente del Ayuntamiento de Bembibre, tras la renuncia de su teniente alcalde, Roberto Enrique. A primera hora de la mañana de hoy miércoles se hace efectiva la dimisión de la concejala popular responsable de Cultura, Fiestas y Turismo del Ayuntamiento de Bembibre, Ana Cristina Pastrana, la única de los ediles con dedicación exclusiva. La dimisión de Pastrana comenzó a ser un rumor pasadas las fiestas locales, pero las fuentes oficiales consultadas limitaban la respuesta a un «no se ha registrado ningún comunicado de dimisión». Según pudo saber este periódico, uno de los funcionarios municipales tiene orden de registrar oficialmente la carta de dimisión escrita y firmada por Pastrana esta misma mañana.
Pastrana encabezó la más polémica de las concejalías, no sólo por ser la de más proyección pública de las actividades que realiza, si no por ser la primera de los ediles de Bembibre en cobrar una dedicación exclusiva de jornada completa. La responsable de Cultura y Fiestas, funcionaria de Educación como celadora del IES Señor de Bembibre, fue trasladada a un centro de León en 2011, motivo por el que solicitó la excedencia y se decidió destinarle una dedicación exclusiva de 30.000 euros en 14 pagas. Ha sido precisamente esa dedicación exclusiva la que más críticas públicas de la oposición ha generado al actual equipo de gobierno que preside Otero. Unas críticas que se mantienen a pesar de los recortes de asignaciones a los concejales que bajaron la dedicación exclusiva a 27.000 euros anuales.
Sin detallar las motivaciones concretas de la dimisión «por motivos personales», Pastrana se convierte en el tercer edil que abandona el cargo en el presente mandato, siguiendo los pasos de Roberto Enrique Fernández en el PP y Nancy Prada en el PSOE. Los rumores que circulan sobre la decisión de Pastrana aluden a que estaba cansada por la presión sobre su concejalía y también por cuestiones de su estricto ámbito personal. Cuando aún no se ha convocado llenar el pleno en el que tome posesión César Ferrero como sustituto del primer edil dimisionario, Otero tiene que programar una nueva reordenación.