El valor del informe de salud mental

La larga nómina de testigos que conformaba buena parte de la prueba testifical quedó en suspenso, al determinar la Fiscal que ya no era necesario contar con sus testimonios.

Lo mismo ocurrió con los agentes de la Guardia Civil a los que se había requerido para que prestasen su declaración en torno a los hechos y a los peritos que habían de ratificar los informes correspondientes al estado de salud mental del procesado.

Fue este uno de los aspectos básicos en los que se centró la negociación previa al comienzo del juicio. A criterio de la acusación particular y de la Fiscalía, la prueba pericial demostraba que el imputado era perfectamente consciente de lo que hacía en el momento de los hechos. Pero la defensa pretendía impugnarlo. Sin esa prueba y con la variabilidad que aporta el Código Penal para los delitos en caso de tentativa, la horquilla de penas que podía haber impuesto el Ponente en la sentencia podía haber sido muy amplia.

Para no arriesgar, al final las tres partes decidieron ir a lo seguro y evitaron una pena contraria a sus intereses.