Villanueva y Tobalina, al tanto desde el principio

La hipótesis de que los socios de Tvitec se hicieran cargo al menos de una parte de Vitro Cristalglass en su proceso de caída fulgurante estuvo presente en altas esferas de la Junta de Castilla y León casi desde el principio. Según ha podido conocer este periódico en agentes políticos, fue a Javier Prado y a su equipo a los primeros que se tomó el pulso al conocerse que la deuda de los mexicanos ante el proceso concursal se situaba nada menos que en torno a los 25 millones de euros. Pero ni a los Prado parecía interesarles entonces meterse en otro «jaleo» ni los propietarios de Vitro verían con buenos ojos cualquier intromisión de los bercianos, con los que las relaciones no han sido buenas desde hace tiempo.

Sólo poco antes del mes de agosto, con las puertas de las factorías ya cerradas a cal y canto se reeditó la posibilidad de retomar el «asunto». Y en ese punto, tanto el propio consejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, como el director general de Industria, Carlos Martín Tobalina, se mostraron como los más persistentes y colaboradores. Pero agosto corrió apenas sin avances.

El grueso de la negociación para llegar al punto de ebullición que esta mañana alcanzará con la presentación de una oferta firme, se ha desarrollado a marchas forzadas y con reuniones casi todas las semanas, a lo largo de este mes de septiembre. Sólo a finales de la semana pasada se informó a los sindicatos, que ven un resquicio de luz entre los graves nubarrones de la crisis.