Calabaza para cinco mil personas
El Banco de Alimentos del Sil repartió ayer en el mercado de Ponferrada la hortaliza gigante, con un peso de más de 280 kilos, y sus semillas a cambio de donativos.
Miguel Yuma, el artífice de la calabaza gigante a la que calificó de «monstruo», fue el primero en partir una porción.
«Parece mentira»; «Es impresionante», «¿Cómo ha podido crecer tanto?», son algunas de las expresiones de los ponferradinos que ayer se acercaron al mercado de abastos y, de camino, se encontraron con la gigantesca calabaza crecida en Espinareda de Vega con un peso superior a los 280 kilos. Fue la estrella de la mañana y la reina de las cientos de fotografías que todos hacían con sus cámaras y sus teléfonos móviles. El «padre» de esta gran calabaza es Miguel Yuma, que decidió entregarla al Banco de Alimentos del Sil para repartirla entre sus beneficiarios. La oenegé, después, apostó por venderla en porciones a cambio de donativos y, también, entregar sus semillas del mismo modo para que los horticultores puedan plantarla. Otro puesto de ‘venta’ se habilitó en la glorieta de República Argentina y, entre ambos, la calabaza fue repartiéndose entre los ponferradinos hasta desaparecer.
Ángel Sánchez y Ana Olaya dieron ayer su donativo y se llevaron casi medio kilo de calabaza. «Me encanta a la plancha con un poco de carne o en puré», especificó que ella, tras valorar la iniciativa del Banco de Alimentos. El presidente de la oenegé explicó que lo recaudado con la venta de la calabaza servirá para sufragar los gastos, que van en aumento como consecuencia del incremento de la demanda de beneficiarios, que actualmente ya se elevan a los cinco mil, entre las familias y todos aquellos que Banco de Alimentos atiende a través de asociaciones. «El donativo era de dos o tres euros como mínimo, aunque también hubo algunos billetes», comentó Tascón tras explicar que aún no se ha contabilizado lo recaudado y para añadir que algunas semillas se han llevado a la Universidad de León para conservarlas adecuadamente.
La calabaza es una «nueva especie» que surgió del cruce de dos semillas que polinizó Miguel Yuma. Por este motivo, esta nueva línea ha tenido que ser bautizada y su nombre es Yuma BAS 281, haciendo así referencia al apellido del criador, a las iniciales del Banco de Alimentos del Sil y a su peso.
Miguel Yuma ya ha recibido una llamada del municipio barcelonés de Sant Feliu de Codines, donde cada año se organiza un festival de calabazas gigantes, en la que le informaron que la hortaliza ponferradina era la quinta de peso este año en España y las más grande documentada hasta ahora en la zona Noroeste.