Diecisiete mineros de cielo abierto de Uminsa piden la extinción de su contrato
El conflicto minero se ha enquistado. Ni trabajadores ni patronal están dipuestos a ceder en sus pretensiones y camino de alcanzar los dos meses de la segunda huelga indefinida, 17 trabajadores de los cielos abiertos de Uminsa han solicitado ya la baja voluntaria y la extinción de sus contratos para poder acceder a una indemnización de 20 días por año trabajado con un tope de nueve meses. Acumulan ya muchas mensualidades sin cobrar y la situación es insostenible, además miran con ojos de pesimismo el futuro del sector. Por ello han decidido desvincularse de él y han aprovechado que la legislación se lo permite en los casos en los que la empresa presenta una modificación sustancial de las condiciones laborales.
Este fue uno de los datos que salió a relucir ayer tras el acto de conciliación celebrado en el Campus de Ponferrada entre el Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla) de la Junta, la parte social y representantes del grupo empresarial de Victorino Alonso. Una reunión de la que nadie consiguió sacar nada en limpio. «Fue un último intento para ver si había acuerdo para no tener que llegar a juicio, pero la empresa fue sin disposición alguna a negociar, como en las anteriores ocasiones», aseguró el secretario provincial de MCA-UGT, Manuel Luna. Por lo tanto, al no haber acuerdo, el conflicto colectivo presentado por la imposición de turnos de trabajo sigue su curso en los juzgados.