Camareros y niñeras
Cinco bares y una ludoteca de la plaza Fernando Miranda de Ponferrada ponen en marcha una guardería nocturna para atender a los hijos de los clientes.
Los propietarios de los establecimientos que se han sumado a la iniciativa posan en el centro de recreo infantil.
Permitir a los padres disfrutar de un momento de relax entre una copa de vino y una tapa sabiendo que sus hijos están bien atendidos y a escasos metros de distancia. Esta es la base de la iniciativa que ha llevado a los bares de Fernando Miranda a colaborar con una ludoteca ubicada en la misma plaza de Ponferrada para desarrollar un proyecto pionero en la comarca. Camareros y niñeras se dan la mano en un intento por agudizar el ingenio para capear el temporal de la crisis. Al módico precio de dos euros por hora y niño, las responsables del centro infantil Burbujas se encargarán de los hijos de los clientes que se acerquen a este zona de tapeo los viernes por la noche y durante todo el día del sábado.
Sólo viernes y sábados
El funcionamiento es muy sencillo. A la par que los padres piden su consumición, los camareros de Casa Olego, La Bodeguilla, Afuega el Pitu, Loft y Pandora pondrán a su disposición los tiques que dan acceso a la guardería. Aunque los horarios son ampliables —cuestión que habrá que negociar previamente— este nuevo servicio estará operativo entre las 19.00 y las 22.00 horas de los viernes y sábados, así como de 13.00 a 15.00 de este día.
En principio, la guardería recibirá a niños de hasta ocho años que podrán acceder a un sin fin de juegos infantiles y actividades especialmente elaboradas para ellos. El centro se ha dotado incluso de las más modernas videoconsolas ante la previsión de tener que recibir a niños de mayor edad.
La idea es crear una alternativa a los juegos en la calle durante el invierno. Los menores están más seguros que corriendo por la plaza y los padres más tranquilos.
El servicio ya se puso en funcionamiento el pasado fin de semana y tuvo una buena acogida, según detalló el responsable de uno de los establecimientos que forman parte de esta iniciativa. De momento, no se ha fijado una fecha para su fin. La idea es mantenerla mientras duren las inclemencias meteorológicas y repetirlo en años sucesivos si finalmente cala entre los usuarios que frecuentan con asiduidad esta zona de vinos y tapas ubicada en el centro de la capital berciana.