Los 22 libros del fin del mundo
La compra de seis nuevos códices convierte al castillo en el único lugar con todos los beatos facsimilados.
Eran los tiempos del Apocalipsis. Del fin del mundo. Del Juicio Final. A punto de cumplirse mil años del nacimiento de Jesús, toda la Cristiandad vivía obsesionada por lo que hoy se conoce como los terrores del milenio. En aquel ambiente de incertidumbre, algunos monjes medievales siguieron la estela de un religioso del Monasterio de San Martín (hoy Santo Toribio de Liébana) que dos siglos antes ya se había propuesto desentrañar desde su retiro en los Picos de Europa «uno de los libros más difíciles de entender y más enigmáticos de los que componen la Biblia», según cuenta el profesor de la Universidad de Sevilla Manuel González Giménez en su estudio Beato de Liébana. Profeta del Milenio .
Los comentarios al Apocalipsis de San Juan de Beato de Liébana —hoy perdidos— crearon así toda una escuela de copistas y miniaturistas que floreció en torno al año mil y los siglos posteriores y que dejó algunas de las mejores muestras del arte del arte medieval, con textos iluminados por terribles ilustraciones del infierno y del diablo, de los ángeles tocando las trompetas del Juicio Final, o de los monstruos que sembraban el temor entre los mortales.
Mil años después, y a las puertas del final del mundo que pronostica el calendario maya, la pasión del coleccionista Antonio Ovalle, que ha cedido sus ejemplares para la muestra Templum Libri, y el interés del Ayuntamiento de Ponferrada por reunir en el Castillo de los Templarios la mejor Biblioteca Templaria han logrado un pequeño milagro: que los 21 beatos medievales que hasta la fecha se ha facsimilado, más el Códice Alcains , un beato del siglo XX, se pueda ver y estudiar en el mismo lugar. La compra de los seis códices que le faltaban a la colección —el Códice de Manchester , el Códice de Lorvao , el Códice del Cardenal Corsini , el Códice de Berlín , el Códice de Saint Sever y el Códice de Osma — ha pasado inadvertida con la inauguración de la Biblioteca Templaria, pero tanto Ovalle como el director de los museos de Ponferrada, Javier García Bueso, insisten en lo excepcional del caso. Los beatos ya pueden verse en Templum Libri y Ovalle anuncia que seguirá comprando todas las ediciones que salgan al mercado, como la que prepara la editorial Siloé del Beato de Ginebra , uno de los últimos hallazgos, copiado en la región italiana del Benevento en el siglo XI y conservado en el Instituto Florimont de Suiza.