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El Canal Bajo irrita a Acuanorte tras vetar 15 convenios de modernización

Exige la implicación máxima de la comunidad para no perder las subvenciones Feder.

Acuanorte calcula que la comunidad ya ha desechado más de 15 propuestas para modernizar el Canal Bajo del Bierzo.

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r. arias | ponferrada
Ponferrada

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Acuanorte está harta de la Comunidad de Regantes del Canal Bajo del Bierzo. La sociedad estatal, según ha pulsado este periódico en medios cercanos a la presidencia, ya no sabe cómo lograr la máxima implicación de los responsables de dicha infraestructura para emprender su modernización e impedir que se pierdan las millonarias subvenciones Feder para financiarla.

En el fondo, tras el penúltimo revés de la asamblea de los comuneros, aparecen nada menos que 15 borradores inservibles para intentar cerrar un convenio que permita la firma definitiva entre la Junta de Castilla y León, los regantes y Acuanorte. Las negociaciones para la modernización global del regadío en el Bierzo arrancaron en el año 2006. En el 2010 cuajaron con los responsables del Canal Alto, donde las obras ya están en ejecución y se prevé su finalización en el año 2014.

¿Que pasa en el seno del Bajo para que se arriesgue la pérdida de una obra de 27 millones de euros con casi 20 en ayudas? En Acuanorte no acaban de explicárselo. En el caso del Canal Bajo, que atraviesa la olla más fértil entre Ponferrada, Carracedelo y Camponaraya, las negociaciones siguen sin rematarse. En estos años, sin embargo, según las fuentes consultadas, el número de borradores remitidos a la presidencia del canal y a su junta de gobierno supera los 15. En ellos se han ido mejorando las condiciones económicas para los comuneros. Según se sostiene desde Acuanorte, con el aumento del porcentaje de financiación de los Fondos Europeos del 70% al 80% y con la participación financiera de los ayuntamientos de Ponferrada, Camponaraya y Carracedelo, que aportarían el 10% de la inversión.

Teniendo en cuenta que el diálogo arrancó en el año 2006, la actuación contaría con un horizonte temporal más que suficiente para la ejecución de las obras —hasta diciembre de 2015— sin riesgo de pérdida de fondos europeos y sin necesidad de afectar a la duración de las campañas de riego. Sin embargo, el hecho de que seis años después aún no haya sido posible sellar un acuerdo, implica que la situación actual difiera mucho de la inicial en aspectos básicos. Tanto en los plazos de ejecución, como en su financiación; con importantes consecuencias en los compromisos de las partes.

Incongruencias

A finales de 2011 se redactó un borrador de convenio que incorporó las dos mejoras ya citadas (aumento de fondos europeos y participación de los ayuntamientos). Pero tras reuniones y cambios solicitados por las partes firmantes, sufrió un nuevo «estancamiento» en su tramitación al existir diferencias entre los criterios de la Comunidad de Regantes y el de los ayuntamientos. Para consensuar las diferentes posiciones, Acuanorte redactó un nuevo texto en el que se proponía un esquema de reparto y financiación de las diferentes obras en el que se puede diferenciar claramente la integración urbanística, que corresponderían a los ayuntamientos, y el resto de las obras, que corresponderían a la comunidad de regantes.

Esa propuesta fue aceptada en primera instancia por los ayuntamientos, mientras que la comunidad envió una serie de observaciones, que junto a la documentación aportada fueron analizadas el pasado lunes 5 de noviembre en la reunión mantenida entre todas las partes. En es reunión se alcanzó un principio de acuerdo en el que se recogían todas las peticiones manifestadas en ese momento por las distintas partes implicadas, especialmente las de la comunidad de regantes.

Pero lo cierto es que el último borrador sobre esa base de acuerdos ha vuelto a ser rechazado por la junta de gobierno del Canal Bajo hace sólo cuatro días, bajo el pretexto de que los trabajos afectarían excesivamente a la campaña de riego. Algo, sin embargo, que se contradice con otra cuestión. Si las obras no culminan a finales del 2015, las que queden pendientes no se podrán costear con las euroayudas. En ese contexto casi ya ininteligible en Acuanorte se observa una mano negra en el Canal Bajo para impedir que se aprovechen las subvenciones y perder una ocasión catalogada como «histórica».