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El parvulario ‘destapa’ al Císter
El Ayuntamiento de Congosto derribará el viejo centro escolar de San Miguel de las Dueñas para despejar y revalorizar la panorámica monumental de su monasterio.
El monasterio de San Miguel de las Dueñas, un cenobio de clausura femenino cuyo origen data del siglo X, resalta imponente por su arquitectura cuando se desciende por la autovía del Noroeste hacia Bembibre. Sin embargo, el monumento se pierde a ras de tierra entre el urbanismo disperso de esta localidad del municipio de Congosto.
El Ayuntamiento, sin embargo, tiene un plan para que el impacto visual del monasterio esté en sintonía con su valor histórico. El consistorio aprovechará un proyecto para la reagrupación de la población escolar para dar lustre al conjunto. Una inversión de 100.000 euros permitirá acondicionar el actual parvulario como centro educativo único y proceder posteriormente a la demolición de las escuelas que desde hace décadas se sitúan frente a buena parte de la fachada de la sede de la congregación de las monjas cistercienses de San Bernardo.
Los dos edificios escolares de San Miguel de las Dueñas eran imprescindibles cuando el censo escolar del pueblo sobrepasaba los 300 alumnos. Pero en las condiciones actuales, según explicó el alcalde de Congosto, el popular José Antonio Velasco, el sostenimiento de los dos espacios educativos representa un coste exagerado. El censo actual de escolares en San Miguel apenas alcanza el medio centenar.
Por ese motivo desde el consistorio se solicitó colaboración a la Diputación Provincial para realizar trabajos de acondicionamiento en el edificio del parvulario, que dispone de espacio suficiente para los alumnos de distintos ciclos que estudian en San Miguel.
BIC con «pegote»
Se hizo especial hincapié en el gasto de calefacción del colegio. «Tiene una caldera de carbón centralizada para todo el edificio que cada vez que se llena necesita un camión de carbón por lo que el gasto es muy grande cuando más de la mitad del centro está vacío», argumentó el alcalde. «A eso hay que sumar gastos de luz, de limpieza, de conservación, etcétera, de dos edificios, cuando con uno sobra para atender las necesidades de la población escolar», remarcó.
El acondicionamiento del parvulario ya está en fase de licitación. Cuando se ejecute el proyecto se dará luz verde al derribo del colegio frente al monasterio. «Se construyó cuando la normativa no consideraba entorno protegido los aledaños del monasterio y su impacto visual afea el entorno. Es un pegote sobre un monasterio que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC)», reconoce Velasco.
La idea sugiere: «Es proceder al derribo del edificio y acondicionar esa área con algo bonito». «En su momento. Ahora lo que urge es acondicionar las instalaciones para recoger a todos los alumnos en un único centro que será un ahorro enorme para el Ayuntamiento. La segunda fase será liberar el entorno incrementando el valor turístico del monasterio y eso se estudiará con el tiempo».
El conjunto cisterciense de San Miguel se fundó en el siglo X, pero según los expertos su factura arquitectónica actual se corresponde con las obras realizadas ente el XVII y XVIII. De la construcción románica medieval, que constaba de un sencillo templo con claustro adosado, sólo pueden encontrar leves vestigios, entre una representación general del barroco clasicista de las épocas señaladas. En todo caso, como establecimiento de clausura que es, la única parte interior que puede visitarse es la iglesia al margen de un pequeño espacio muesístico.