IAP permite con su abstención que el PP apruebe el presupuesto ante el «no» socialista

Fue un pleno de presupuestos de guante blanco, calculada diplomacia y de apenas agresión política entre los grupos. Los 12 votos en minoría de los concejales del PP fueron suficientes para aprobar un presupuesto de 53 millones de euros en el capítulo de ingresos y de 52 millones de gastos del Ayuntamiento de Ponferrada para el 2012 que ahora termina. El alcalde Carlos López Riesco pudo ayer sacar adelante estas cuentas gracias a los cinco concejales de IAP que dirige el ex regidor Ismael Álvarez, que optaron por la abstención. De no ser así, o de votar en contra, los populares verían bloqueado su proyecto presupuestario anual, dado que los ocho concejales del grupo socialista de Samuel Folgueral votaron en contra con su «no».

Riesco empezó leyendo la preceptiva memoria de cuentas. Dijo que las del 2012 son unos números «de crisis», dado que desde el inicio de la misma han tenido que aplicar unos recortes al presupuesto anual de más de 20 millones de euros. Recordó que están sujetos a planes de ajuste financiero por un plazo de 10 años y que desde la Administración central les limitan claramente su «capacidad de maniobra», en base al mantenimiento de la viabilidad financiera y de evitar una ampliación de la intervención estatal del Ayuntamiento. También advirtió a los grupos de oposición que votar en contra traería «graves perjuicios» municipales, dado que se bloquearía el dinero para las asociaciones y se pondrían en peligro contratos como el de la basura, las guarderías, piscinas de verano, expropiaciones o cementerio. Además, según Riesco, esa no aprobación «repercutiría en el 2013 y sólo se podría solventar con una subida de impuestos a los ciudadanos» y concluía que el «no» sólo podría estar motivado «por intereses políticos».

Por IAP, Ismael Álvarez despejó dudas desde el primer minuto al anunciar que su voto iba a ser la abstención. Resaltó que siguen en la misma línea de responsabilidad: «Venimos a colaborar a ayudar, pero sin ofrecer nunca un cheque en blanco», al tiempo que concluía que no aprobar estos presupuestos «no beneficiaría en nada al municipio». Eso sí, Álvarez recriminó a Riesco que diga que las asociaciones no pueden cobrar y le eche la culpa a la oposición: «No puede ser que lo bueno es cosa del equipo de gobierno y lo malo es de la oposición». También se quejó de la tardanza en traer a final de año las cuentas del 2012 y recordó que el argumento del alcalde del retraso era porque la Junta y el estado no habían aprobado sus cuentas, y sin embargo hace ya meses que lo hicieron.

Desde el PSOE, Samuel Folgueral, también apeló «a la responsabilidad y altura de miras» y dijo que «no somos gobierno, pero sí somos Ayuntamiento». Añadió que el más del 80% del presupuesto del 2012 estaba ya gastado, se quejó del retraso y centró su argumento opositor a las cuentas en los recortes en Acción Social (-500.000 euros), Desarrollo Rural (de 800.000 a 28.510 euros), Obras (de 5 millones a 500.000 euros), Cultura (de 800.000 a 263.000), Empleo (-50%), Educación (-20%) o promoción Patrimonio (-91%). Finalmente se centró en la deuda municipal, que cifró ahora en más del 90%.