El Consejo se interesará por la inclusión del Bierzo en la eurorruta del wólfram

Cualquier oportunidad de desarrollo turístico supone un acicate para la maltrecha economía berciana y es una opción a la que hay que aferrarse. Bajo esta premisa, el Patronato de Turismo del Consejo Comarcal del Bierzo estudiará las posibilidades que tiene la comarca para incluir en la Ruta Europea del Wólfram —impulsada por el Instituto Europeo de Turismo, dependiente del Consejo de Europa— las viejas minas, lavaderos y vestigios industriales heredados de la explotación de wolframio que todavía perduran, aunque a duras penas, en el entorno de Vega de Valcarce, Barjas, Oencia o Corullón. Uno de los más destacados, el de la Peña do Seo.

De su recuperación podría surgir un nuevo atractivo turístico para el Bierzo, centrado en la rehabilitación del patrimonio industrial. Una experiencia que encuentra un precedente no muy lejano, el de la Fundación Ciudad de la Energía y el carbón. Por ello y aunque desconoce las bases de un proyecto abanderado por el Instituto Superior de Ciencias Empresariales y Turismo de Portugal, el presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Alfonso Arias, estudiará la manera de incluir el patrimonio berciano en un eurorruta que atraviesa el vecino país luso, Galicia, Francia, Inglaterra, Alemania, Austria, Suecia y República Checa, pero que no incluye al Bierzo. Al menos, no de momento. «No cabe duda de que analizarnos las posibilidades que existen de formar parte de esa iniciativa», apuntó Arias, explicando que no fue hasta la publicación de la noticia por parte de este periódico cuando tuvo conocimiento de que se estaba fraguando un proyecto de tal envergadura, que cuenta incluso con el respaldo del Consejo Europeo.

Hasta el momento, la puerta de entrada del Bierzo sigue abierta, dado que los redactores de la ruta, que deben decidir el itinerario en un período máximo de tres años, continúan localizando puntos de referencia, aunque ninguno, de momento, en Castilla y León.

Otras entidades culturales de peso en la comarca, caso del Instituto de Estudios Bercianos (IEB) han querido pronunciarse al respecto. Consideran que la de ahora es una buena oportunidad para recuperar lo que queda de un sector que tuvo un enorme peso en la economía berciana de los años 50. La presidenta del IEB, Mar Palacio, aseguró que «es un pena que dejen fuera al Bierzo. Es algo interesante e importante que habría que potenciar».

Por ello, Palacio emplaza a las administraciones competentes, incluida la Junta de Castilla y León, a que se enteren en qué consiste en proyecto y hagan lo posible por incluir el nombre de las minas de wolframio bercianas junto a las ya reconocidas de Río de Frades, en Aveiro, o Monte de Neme y la Ciudad de los Alemanes, situadas en Carballo y Valdeorras, respectivamente.