La Obrera reconoce con oro la labor de sus socios más longevos
Colomán Trabado destacó la histórica labor social de la entidad.
José Arroyo recibe la medalla de manos de Trabado.
La Asociación La Obrera de Ponferrada celebró ayer el tradicional acto de imposición de insignias de oro y plata a sus socios de mayor edad. Un evento que contó este año con la presencia, como mantenedor, del ex deportista berciano Colomán Trabajado. Una docena de socios dados de alta en la sociedad en el año 1965 recogieron sus insignias doradas, mientras que los 21 de 60 años de edad recibieron las de plata.
«Esto es un acto muy emotivo, porque que una sociedad como La Obrera, con 123 años de historia, se acuerde de tí para un acto como este es muy importante», expresó Trabado, recordando que cuando era joven veía a La Obrera como una asociación cerrada. Idea que se fue desvaneciendo con el paso de los años. «Te vas dando cuenta de que es todo lo contrario, de que está abierta a todos y siempre pensando en los demás», afirmó.
En su discurso como mantenedor, Colomán Trabado aseguró que, aunque está muy agusto en Madrid, ciudad en la que reside, el Bierzo corre por sus venas y regresa a la comarca con asiduidad, siempre que puede, para estar con su familia.
Rafael Santiago Álvarez, José Arroyo del Valle, Fernando Fra, Francisco Gómez, Aniceto González, Domingo Hernández, José Marqués, Fermín Martínez, Ramón Matachana, Manuel Rodríguez, Primitivo Sánchez y David Soto fueron los doce socios con 47 años de unión a La Obrera que ayer recibieron las medallas de oro, el máximo emblema de una sociedad fundada en el año 1889 con un fin eminentemente social, una especie de precursora de lo que actualmente es la Seguridad Social.
El presidente de la entidad, Antonio Nicolás de la Puente, aprovechó la ocasión para recordar el propósito en el que trabaja desde hace tiempo, la creación de una biblioteca dotada también de ordenadores.