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El Seprona frena la picaresca de los residuos y denuncia 88 escombreras

Los agentes de la Guardia Civil han duplicado sus intervenciones en el último año.

Zanja abierta para depositar escombros ilegalmente en una finca alquilada. A algunos empresarios le sale más barato que reciclar.

Ponferrada

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Alquilan una finca. La llenan de residuos de la construcción. Y después la tapan con su propia maquinaria porque les sale más rentable que acudir a una planta especializada. Es el modo de operar de algunos empresarios del sector que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en el Bierzo se ha empeñado en desmantelar en el último año con una campaña especial que pretende erradicar la picaresca que envuelve al problema del reciclaje de los residuos. Los agentes del Seprona han tramitado en ese periodo hasta 88 denuncias por infracciones medioambientales, según los datos oficiales, lo que supone el doble de intervenciones que durante el año anterior, que se quedaron en 44.

La apertura de dos plantas de tratamientos de residuos, en Dehesas, por parte de la empresa Bierzo Recicla, y en Santo Tomás de las Ollas, por parte de Recinor, y no han servido para resolver el problema medioambiental que generan los escombros procedentes de las obras. Así lo han constatado los agentes del Seprona, que durante el año 2012 se han centrado en una campaña especial que les ha llevado a peinar zonas como el paraje de Las Chanas en Camponaraya, deshabitado y próximo al polígono industrial o las inmediaciones del área de El Bayo en Cubillos.

Los responsables del Seprona en el Bierzo —funciona una patrulla centrada en delitos e infracciones industriales en el entorno de Ponferrada y otra ocupada en el cuidado del monte con base en Fabero— iniciaron el pasado año la campaña especial contra los residuos en vista de la alarma social que detectaron en torno a las prácticas de determinados empresarios, que ocultaban la verdadera finalidad del alquiler de grandes extensiones de terreno —hasta cinco mil metros cuadrados— donde utilizaban su propia maquinaria para abrir grandes zanjas de hasta ocho metros de profundidad donde depositar los escombros para luego cubrirlos y decir al propietario que habían allanado el terreno. «Les sale más económico que llevarlo a la planta», reconocía esta semana uno de los agentes. El Seprona, sin embargo, confía en que la apertura de nuevas plantas —Cymotsa proyecta otra en Dehesas— abarate el alto precio del reciclaje de residuos y contribuya a atajar un grave problema medioambiental.

La de los residuos no es la única campaña especial que ha desarrollado la unidad especial de la Guardia Civil en el último año. También, y debido a la alarma social, se han ocupado especialmente controlar la tenencia de perros peligrosos, con 77 denuncias durante el 2012.

Los agentes del Seprona en el Bierzo detuvieron o imputaron delitos a 15 personas el año pasado, seis por incendios forestales, incluidas cuatro vecinos de Villafranca del Bierzo por la supuesta negligencia a la hora de quemar los rastrojos de los castaños. Los agentes, aunque no fuera su ámbito, también detuvieron a seis personas por robo de cobre en Fabero. En el 2011, los detenidos habían sido tres, incluyendo al celador de la Reserva de Caza de Los Ancares acusado de incendiar Porcarizas.

El Seprona tramitó además durante el 2012 hasta 417 infracciones, un centenar menos que el año anterior.