Investigan la muerte de una corza por tres cazadores ante ocho testigos
Las denuncias por caza, pesca y montes siguen suponiendo un porcentaje elevado en las actuaciones del Seprona. En el último año sumaron 72, e incluso se practicó una detención por supuesta falsificación de documento cometida por un miembro del coto de Fonfría que vendía tarjetas falsas. Fuera de la estadística figura uno de los últimos casos en los que están interviniendo los agentes. Se trata de la investigación de la muerte ilegal de una corza a finales de enero por parte de tres cazadores que tras herirla en una pata, la siguieron hasta una zona de fincas próxima a Camponaraya, donde la habrían rematado en presencia de hasta ocho testigos. Cinco de ellos ya han confirmado su declaración.
La caza, confirman además los agentes, está detrás de algunos de los incendios forestales que azotan el Bierzo. La nueva legislación que prohíbe cazar en terrenos quemados hasta cinco años después del fuego está haciendo que la venganza entre cazadores sea uno de los motivos que explican la proliferación de las llamas, junto al uso del fuego para limpiar el monte. Los pirómanos —enfermos mentales que quema el monte— sólo están detrás de un porcentaje muy pequeño de incendios.