Diario de León

MOCIÓN DE CENSURA EN PONFERRADA. EL PARTIDO POPULAR YA TIENE ESTRATEGIA

El PP sólo tiene un culpable, el PSOE

La estrategia de los populares pasa por atacar directamente al Partido Socialista y su «nula» legitimación . para gobernar Ponferrada con el peor resultado de su historia y dejar fuera de sus críticas al líder de IAP. En política como en la guerra es necesario contar con una buena estrategia para ganar la batalla final. Y en esas están los del Partido Popular, en todo lo que tiene que ver con la moción de censura de Ponferrada: en fijar el camino a seguir hasta el próximo viernes, día 8, para si no parar la moción de censura, lo que se ve prácticamente imposible, sí mitigar en la medida de lo posible el daño que supondrá la pérdida de la Alcaldía, pero sobre todo minar al Partido Socialista y situarlo como el principal responsable.

Ismael Álvarez, al que el PP quiere dejar fuera de sus críticas, el pasado lunes.

Ismael Álvarez, al que el PP quiere dejar fuera de sus críticas, el pasado lunes.

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f. ramos | redacción
León

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La moción de censura de Ponferrada sigue quemando etapas hasta que este viernes, 8 de marzo, tenga lugar el pleno de Ponferrada en el que, salvo sorpresa de última de hora, el socialista Samuel Folgueral será investido como alcalde de la capital ponferradina.

Unas etapas que están sirviendo para sacar a la luz la inquietud y hasta el nerviosismo de los dirigentes socialistas ante la posibilidad de que todo se trunque justo al final, porque alguno de los cinco concejales de IAP cambie y, a última hora, no den su apoyo a la moción. Y, también, para determinar las estrategias de unos y otros.

La del PP, según las diferentes fuentes a las que ha tenido acceso DIARIO DE LEÓN, pasa por señalar al PSOE como el máximo culpable de la situación que se está viviendo en Ponferrada y que sacará de la alcaldía al popular Carlos López Riesco.

Génova y Valladolid

Un estrategia que ha sido fijada por la dirección autonómica en Valladolid, en perfecta comunión con Génova. El objetivo es claro: deslegitimar al PSOE, acusarle de querer llegar al poder a cualquier precio, remarcar que lo hace con el peor resultado de su historia en las urnas y, por último, acusarle de doble moral en todo lo que tiene que ver con la condena por acoso sexual del líder de IAP y ex alcalde, Ismael Álvarez. Eso sí sin cargar las tintas contra el ex alcalde, al que quieren dejar fuera de sus críticas más directas.

El miedo de los populares es que creen que un ataque directo hacia Ismael Álvarez pueda acabar con otra moción, esta vez en el Consejo Comarcal.

El secretario autonómico del PP, Alfonso Fernández Mañueco, y el viceportavoz adjunto en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, fijaron la postura a seguir en una conversación telefónica que mantuvieron en la mañana de ayer. De hecho, Hernando será el encargado de lanzar los mensajes contra la dirección del PSOE en Ferraz, algo que ya hizo ayer mismo, cargando las tintas contra el secretario federal, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La de Mañueco y Hernando no ha sido, ni mucho menos, la única llamada de los últimos días. Desde que el lunes pasado se anunciara la presentación de la moción de censura, los teléfonos de unos y otros echan humo. Las llamadas van y vienen a la velocidad de la luz y en muchas se deja ver la tensión en la que la moción tiene sumida la vida política de Ponferrada.

Las llamadas de Riesco

El mejor ejemplo de esta tensión se vivió el mismo lunes entre el alcalde Carlos López Riesco y Alfonso Fernández Mañueco. En un momento de la conversación, el regidor le colgó el teléfono al secretario autonómico, en un clara demostración del nervisismo que se está viviendo, no sin antes culpar de la moción de censura a la presidenta del PP de León, Isabel Carrasco.

Pero esa no fue la única llamada a la dirección de Valladolid que realizó el regidor popular ponferradino. Al no encontrar la respuesta que esperaba en el secretario autonómico del Partido Popular, Riesco dirigió su tiro hacia el presidente del PP y de la Junta, Juan Vicente Herrera, pero ahí no logró pasar de su jefa de gabinete. La intención de Riesco por mostrar su malestar a Herrera se topó con el bloque del personal de confianza del presidente.

Y mientras esto sucede en el seno del PP, que no parece muy dispuesto a hacer movimiento alguno de aquí al día 8 para variar la situación creada con la moción de censura , en Ferraz guardan silencio.

Ni siquiera el secretario de Organización, Óscar López, principal valedor de la moción, ha hecho manifestación alguna, pese a que este periódico ha intentado recabar su opinión en numerosas ocasiones. Desde el gabinete de comunicación del PSOE sólo hay una contestación: «Se está trabajando en ello, pero aún no hay una respuesta al respecto».

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