Silencio y máxima prudencia para intentar no agrandar las diferencias

Nadie quiso ayer pronunciarse de manera pública entre los representantes del sector oficialista del PSOE en Ponferrada. La presidenta de la gestora, Rita Prada, prefirió ni descolgar el teléfono ante la propuesta de los críticos de encontrar solución en un mes para finiquitar la gestora del partido y nombrar una nueva ejecutiva que tome las riendas del PSOE local. Todo siempre que se deje bien claro que la dirección del partido no permitirá la vuelta a las siglas de Samuel Folgueral. Los considerados del sector oficialista que ayer sí descolgaron el teléfono para hablar con este diario prefirieron comunicar más bien poco o nada. No quieren ni que salga su nombre publicado y aceptan el cierre de filas ante las directrices de la provincial de optar por la máxima prudencia y evitar las declaraciones de confrontación política dentro entre los propios militantes. Y eso, aún cuando, según la opinión pulsada entre los considerados ahora como oficialistas mantienen posturas muy distantes y frontales al grupo que representa Fernando de la Torre, José Durán, Antonio García Regueiro o Leandro Arias Bardal, entre otros. Los críticos interpretan que su poder hubiese hecho hacer prosperar la moción de censura que desbancase a Helena Castellano. Por eso, ayer De la Torre hablaba de que la federal del PSOE tendría que bloquear el censo de militantes con fecha 17 de abril.