Diario de León

El Banco de Tierras reúne 325 fincas y 63 hectáreas para devolverlas al cultivo

El Consejo adjudica 19 parcelas en dos meses y tiene 50 solicitudes para arrendar.

Un tractor fumiga una parcela de manzanos en el Bierzo central, en una imagen de archivo.

Un tractor fumiga una parcela de manzanos en el Bierzo central, en una imagen de archivo.

Ponferrada

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El Banco de Tierras del Consejo del Bierzo está creciendo. Dos meses después del comienzo de la iniciativa, que pretende recuperar para el cultivo terrenos baldíos de particulares y juntas vecinales, la institución comarcal ya dispone de 325 parcelas y una superficie total de 63 hectáreas —634.789 metros cuadrados— para arrendar a bajo precio, o llegado el caso para ceder gratuitamente a nuevos agricultores.

Así lo anunciaron ayer el presidente del Consejo, Alfonso Arias, y la técnico responsable del proyecto, Beatriz Anievas en una comparecencia en la que también adelantaron que el Banco de Tierras ya ha adjudicado en este tiempo 19 parcelas hasta sumar 33.315 metros cuadrados de nuevos cultivos. De esas 19 adjudicaciones, el Consejo ya ha servido de puente entre propietarios y arrendatarios para firmar nueve contratos.

El Banco de Tierras dispone de suelo en 17 municipios de la comarca, desde Torre del Bierzo, Folgoso de la Ribera o Bembibre, a Fabero, Carucedo o Villafranca del Bierzo. Aunque es el centro de la comarca, con mayor tradición agraria —Carracedelo, Camponaraya o Fuentesnuevas, en Ponferrada— la zona donde más éxito está teniendo la propuesta para evitar el abandono del campo.

Huertos urbanos para el autoconsumo, cultivos de cereales y de hortalizas, frutales, viñedos, olivos, alfalfa, leguminosas, girasoles para la producción de biodiesel, cáñamo, apicultura e incluso una granja con vivienda, son algunos de los fines que están teniendo las fincas en deshuso cuyos propietarios —muchos de ellos demasiado mayores para cultivar— se han puesto en contacto con el Consejo del Bierzo para arrendarlas a un precio bajo o para cederlas por cuatro años a cultivadores que se hagan cargo de los derechos de riego y del pago del impuesto de bienes inmuebles para que al menos, no les generen gastos.

«Nos ofrecen parcelas gente mayor, que ya no pueden trabajarlas y que tienen un apego a la tierra positivo y que quieren verlas trabajadas para que no pierdan fertilidad», explicó Anievas. Y entre los interesados en arrendar, Anievas reconoció que se encuentra gente joven, que busca sobre todo el autoconsumo.

El Consejo cuenta con 50 solicitudes para cultivar parcelas, 15 de ellas para huertos urbanos, ocho para proyectos ganaderos y siete autoconsumo.

Y para final de año, cuando las primeras parcelas produzcan, el Consejo —que ejerce de árbitro entre propietarios y arrendatarios— también proyecta abrir un club de consumo con el fruto de los terrenos recuperados por el Banco de Tierras.

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