Roldán paraliza su actividad en agosto sin pedidos cerrados para septiembre

La fábrica berciana de Aceros Roldán sigue aguantando los embistes de la crisis sin haber tenido que aplicar ningún ajuste de plantilla en lo que va de año, pero sus cimientos se tambalean ante la caída de los pedidos. Las previsiones de principios de año eran más buenas que la realidad y el primer semestre de este 2013 no ha alcanzado las expectativas, máxime si se compara con los buenos resultados obtenidos en los primeros seis meses del 2012. En este contexto, la factoría de Santo Tomás de las Ollas paralizará su actividad prácticamente durante todo el mes de agosto por las vacaciones de sus 400 trabajadores, que se van sin saber todavía qué pasará en septiembre.

«Desde el día 1 de agosto y hasta el día 21 o 22 quedarán sólo algún mecánico haciendo alguna reparación y algo en expediciones, pero la fábrica prácticamente se paraliza. De momento no se está hablando de ningún ajuste pero veremos a ver cómo está la cartera de pedidos cuando volvamos de vacaciones, porque en las reuniones que hemos tenido con la dirección no nos han dicho nada, todavía no hay pedidos para septiembre», explicó el presidente del comité, Miguel Ángel Arias.

Lo cierto es que la plantilla convive con el temor y la incertidumbre desde hace meses, ya que la producción está bastante lejos de las 9.000 toneladas idóneas para mantener la estabilidad. «La clave es hacer 9.000 toneladas al mes. No llegando a esta cantidad, se producen pérdidas», afirmó Arias, incidiendo en que lo que les salva es que su mercado está fuera de España, si bien países como Italia, Reino Unido y Francia también se resienten y se nota la caída de pedidos. «Ahora hacemos casi la mitad, todos los países están pidiendo menos», apuntó, asegurando que a ello hay que unir la agresiva competencia asiática. «Es terrible, nos están hundiendo», se lamentó.

«Ahora mismo hay un calma algo inquietante hasta a ver qué pasa porque la gente no sabe y si esta situación se demora más en el tiempo, llegará un momento en el que no podamos sobrevivir, como le ha pasado a otras empresas. Si hay pedidos, si no hay clientes que pidan y si no hay trabajo, la empresa cierra», dijo Arias.

De momento, la fábrica de producto largo de acero que el grupo Acerinox gestiona en Santo Tomás de las Ollas tiene cubierto el mes de julio y trabaja a pleno rendimiento. Hacer cálculos para agosto no sería ejemplificante porque la plantilla va a trabajar tan sólo una semana en todo el mes. «Estamos con los pedidos de este mes y algo que quede para agosto. La idea de la empresa es la de no aplicar ningún expediente en este año y a no ser que nos vaya muy mal no creo que se aplique», aseguró el presidente del comité, recordando, no obstante, que la situación de la factoría berciana se analiza mes a mes, en una reunión mensual que el comité de empresa tiene con la dirección de Recursos Humanos.