Los montes de Villabuena, ‘segundo plato’ para la oruga bastarda peluda
La desfoliación en los pinares de la pedanía cacabelense supera las diez hectáreas.
Los efectos del ataque de la «lagarta peluda» en Fresnedo son visibles desde la C-631.
La plaga de orugas que está devorando los pinares de Fresnedo se extiende. Así lo han denunciado los vecinos de Villabuena, localidad perteneciente al municipio de Cacabelos, al ver que sus pinares también se han convertido en “pasto” para la «bastarda peluda».
«Es el mismo caso. Aquí están dejando el monte de A Pena Blanca arrasado. Da pena verlo», apunta un vecino de la pedanía cacabelense quien no duda en afirmar que «si no se hace algo pronto estará ya en los montes de Pobladura de Somoza».
En este caso estaríamos hablando de un ataque de esta oruga que podría haber devorado ya entre diez y quince hectáreas de pino, pero que avanza con gran rapidez. Ejemplares de unos quince años plantados en terrenos comunales que han sucumbido a la Lymantria dispar convirtiendo el paisaje lo más parecido a un campo de batalla tras una contienda.
Separados los dos focos infectados por estos ataques en más de diez kilómetros estaría por determinar cómo se ha producido este contagio. Hay que recordar que el avance de la plaga de esta oruga está condicionado por las condiciones atmosféricas, y más concretamente por el efecto del aire. Sin embargo, con una distancia entre los montes afectados que supera los diez kilómetros parece más los huevos de la Lymnatria dispar hubieran eclosionado ya en los pinares de «A Pena Blanca».
Este segundo frente de la plaga de orugas todavía dista mucho de la magnitud del registrado en los montes de Fresnedo donde la «bastarda peluda» ha devorado cien hectáreas de pinar. Sus propietarios temen perder todo lo invertido en estos montes, con ejemplares de más de 20 años de vida, ya que consideran que con el estrés sufrido la mayor parte de los ejemplares se secará.