Playas fluviales sin la ITV
A punto de finalizar la temporada, sólo dos zonas de baño están avaladas por la Junta, mientras que el resto de municipios espera la validez de cara al próximo año.
Sólo dos piscinas fluviales en el Bierzo han estado inscritas esta temporada —que finalizará el 15 de septiembre—en el censo oficial de zonas de baño de la Junta de Castilla y León: el río Boeza a su paso por Igüeña y el lago Carucedo. Puede resultar sorprendente este dato para quien conozca la comarca, puesto que los bercianos disponen de casi una veintena de lugares acondicionados para el baño a los que pueden acudir para combatir el calor de estas fechas.
Uno de los ejemplos de zona de baño muy utilizada en el Bierzo es el pantano de Bárcena, un lugar en el que también se realizan otro tipo de actividades, tales como la pesca o deportes que necesitan de lanchas de motor de combustión, y todo en un embalse cuya agua está destinada al abastecimiento. Precisamente éste es el problema para el alcalde de Cubillos del Sil, José Luis Ramón, que considera que existe una incompatibilidad entre los usos actuales del embalse, por lo que su proclamación como zona de baño oficial no es fácil.
También este tipo de incompatibilidades son las que preocupan a las organizaciones ecologistas, que creen que la solución a las mismas sería la inscripción de las playas en el registro, lo que supondría un control de las aguas garantizado por parte de la Junta de Castilla y León. Para este colectivo, el principal problema es la desidia de algunos ayuntamientos a la hora de realizar la pertinente inscripción. De hecho, desde algunas localidades se reconoce esta dejadez.
Uno de los principales ejemplos de río acondicionado para el baño y uno de los más concurridos es el de Folgoso de la Ribera. Desde el Ayuntamiento confirmaron que el lugar no está dado de alta. De todas formas, se asegura que nunca ha habido ningún problema con la playa fluvial y que el mantenimiento se realiza una vez por semana. Argumentos similares utilizó la alcaldesa de Villafranca del Bierzo, Concepción López, que afirma que no se ha solicitado su inclusión en la lista de la Junta, aunque «la zona se limpia diariamente y cumple con todas las normas».
En busca del sello oficial
También es cierto que determinados ayuntamientos ya se están movilizando para conseguir la oficialidad, lo que supondría un número de zonas de baño censadas más próximo a la realidad. Es el caso de Vega de Espinareda, el municipio que más ha avanzado hasta el momento en ese sentido. De hecho, su alcalde, Santiago Rodríguez, aseguró que en el último pleno se aprobó solicitar la inscripción oficial. En cuanto a Toral de los Vados, su inclusión se tramitará tras la colocación de un azud en el río —obra programada para el mes de septiembre, según el alcalde, Pedro Fernández—.
En el caso de Cacabelos el problema radica en el desconocimiento, ya que el alcalde, Adolfo Canedo, admitió no saber que había que solicitar la entrada en la lista de la Junta, pero que el año próximo esperan aparecer. Canedo quiso reseñar que «una cosa es el control sanitario y otra el registro en las zonas de baño». En cuanto a problemas con el agua, el alcalde manifestó que nada más lejos de la realidad: «La muestra es que la playa se llena diariamente».
Uno de los lugares de baño más populares en el Bierzo es Molinaseca, «la primera playa fluvial que hubo en la comarca» según su alcalde, Alfonso Arias, que admitió que para el año que viene se va a estudiar si merece la pena la inscripción. El primer edil despejó cualquier duda sobre la salubridad del agua diciendo que se realizan análisis «dos o tres veces al año» y que su calidad es «perfecta».
Esta amplia lista, a la que se le podrían sumar otros ejemplos como los de Oencia o Sobrado, muestra el gran potencial del Bierzo para darse un baño.