Diario de León

Muere un hombre en Lillo y su mujer resulta grave intoxicados por monóxido

Todos los indicios apuntan a la mala combustión de la cocina de su domicilio.

El hombre fallecido y su esposa vivían en esta vivienda de la localidad de Lillo del Bierzo.

El hombre fallecido y su esposa vivían en esta vivienda de la localidad de Lillo del Bierzo.

Publicado por
M. Félix | Ponferrada
Ponferrada

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Prácticamente no han comenzado los rigores del frío invierno y ayer el Bierzo tuvo que lamentar la muerte de una persona por la intoxicación de monóxido de carbono, producido según todos los indicios por la mala combustión de una cocina casera. Sucedía en el pueblo de Lillo del Bierzo, perteneciente al municipio de Fabero. El fallecido es un hombre de 85 años de edad, cuya identidad se corresponde con las iniciales M.M.P., quien se encontraba en la vivienda junto a su esposa. La mujer, de 77 años de edad, tuvo que ser trasladada al Hospital del Bierzo, completamente mareada y aquejada también por los efectos del gas letal que sueltan las cocinas de mala combustión y en un recinto mal ventilado.

El matrimonio, que residían solos, hacía días que era echado en falta por los vecinos del pueblo. No los veían por la calle, como en otras ocasiones. Esto motivó que saltaran las alarmas y la preocupación de las personas más cercanas, que dejaron de verlos por última vez, según los relatos vecinales, desde el pasado miércoles.

Fue así como la Guardia Civil recibió un aviso de alarma y decidieron entrar en la vivienda de Lillo del Bierzo. Cuando llegaron a una de las habitaciones se encontraron al hombre ya fallecido y a la mujer completamente aturdida a su lado.

El fallecido se encontraba ayer en la sala de autopsias del Hospital del Bierzo para certificar oficialmente las causas de su muerte. Desde la Subdelegación del Gobierno venían a confirmar que no había signos de violencia alguno y que todo apunta a los efluvios de monóxido de carbono desprendido por la cocina casera. La mujer seguía con atención médica intensiva para erradicar de su cuerpo los efectos del monóxido, que en grado elevado ocasiona lo que algunos especialistas denominan como «muerte dulce», sin enterarse de lo que le sucede.

Primero de la temporada

El suceso conocido en la pasada jornada es el primero que se registra en esta temporada, con el comienzo del frío. Se da la circunstancia que el año pasado, el 2012, fue uno de los peores que se recuerdan por afectados por el monóxido de carbono desprendido por cocinas y calefacciones en los domicilios o incluso sedes sociales. En todo el 2012 fueron 20 los afectados por este gas. El último fue el 20 de noviembre, al intoxicarse una mujer y su hija en Congosto. También hubo otro ese mes en un edificio desalojado en Flores del Sil, así como el caso de seis intoxicados por un brasero en El Escaril. Sin embargo, de enero a marzo de este año 2013, no hubo que lamentar ningún incidente.

Precisamente en septiembre pasado, los bomberos de Ponferrada y el Ayuntamiento promovían en la Semana de Prevención de Incendios el uso de un artilugio detector de humo y también de monóxido. Esta alarma avisa a tiempo al inquilino de la vivienda.

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